Ciudad de México, 21 jun (.).- La mayor inversión extranjera en México en 2023 se debe a ampliaciones de empresas ya instaladas, aunque compañías chinas ya manifiestan su interés por llegar al país ante el fenómeno de "nearshoring" o relocalización de cadenas de valor, reveló este miércoles el banco Santander (BME:SAN) México.
“El efecto que estamos viendo no es tanto de las empresas que están llegando, sino ampliaciones de plantas de empresas que ya estaban operando antiguamente en México”, comentó Osvaldo D’Imperio, director ejecutivo de Transacciones Globales del banco.
Al presentar el “Nearshoring Data Monitor”, el directivo de Santander detalló que las ampliaciones están ocurriendo principalmente por empresas mexicanas y europeas, seguidas de un interés que se mantiene desde hace años de Estados Unidos y Brasil.
Por otro lado, señaló que existe una preocupación de las empresas chinas ante el bloqueo comercial con Estados Unidos, lo que ha impulsado a México a ser el principal socio del país norteamericano.
También dijo que esto ha despertado preocupación en las empresas chinas, por lo que buscan beneficiarse de la relocalización y el tratado comercial de México con EE.UU. para instalar sus plantas y no perder su participación en el mercado más grande del mundo.
Añadió que tuvieron reuniones con 20 potenciales inversores en el país de China, principalmente relacionadas al sector automotor, que representa casi la mitad de las exportaciones mexicanas, y señaló que por subsectores, las empresas se interesan en sectores como el de baterías y el litio.
Por su parte, el director ejecutivo de Negocio Internacional de Santander, Rodolfo Fernández, rechazó que el clima político de México por las elecciones presidenciales de 2024 afecte el interés de los inversores.
"Las condiciones macroeconómicas que se han manejado en esta administración nos hacen atractivos. En otras palabras, el país sí está listo para recibir esta inversión extra", aseguró, al tiempo que descartó que temas de infraestructura como la energía o el agua representen un desincentivo para las empresas.
En este sentido, afirmó que la generación de energía eléctrica en el país "es suficiente" para cubrir la potencial demanda de las nuevas empresas, por lo que no será un freno para las inversiones.
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