El jueves, los asesores económicos del presidente electo Donald Trump discutieron la posibilidad de aumentar el límite de deducción de impuestos estatales y locales (SALT), lo que podría beneficiar notablemente a los residentes de los estados con altos impuestos como Nueva York, Nueva Jersey y California. La propuesta que se está estudiando elevaría el límite de los 10.000 dólares actuales a 20.000 dólares. La deducción SALT ha sido un tema importante desde que la legislación de recorte de impuestos de Trump de 2017 la restringió, lo que llevó a esfuerzos bipartidistas para expandir la deducción, particularmente en regiones donde tiene un impacto sustancial.
Stephen Moore, miembro del equipo de transición de asesoramiento económico de Trump, indicó a Bloomberg que el equipo no está a favor de una deducción ilimitada, que algunos políticos de Nueva York y Nueva Jersey han solicitado, argumentando que serviría principalmente a los más ricos. En su lugar, Moore sugirió que duplicar el límite actual podría responder a las preocupaciones de las familias de clase media en estados predominantemente demócratas. La decisión sobre si aplicar el límite de 20.000 dólares de forma universal o mantener el tope de 10.000 dólares para los declarantes individuales aún no se ha concretado. Cualquier modificación de la deducción SALT requeriría la aprobación del Congreso.
La ironía de la situación no pasa desapercibida, ya que la misma administración que redujo la deducción SALT está considerando ahora su ampliación. La medida se produce antes de la expiración de elementos significativos de la ley fiscal de Trump a finales de 2025. Ahora que los republicanos van a controlar el Congreso y la Casa Blanca, existe la oportunidad de reformar la ley fiscal, incluidas las disposiciones SALT. Sin embargo, el tema es polémico dentro del partido, con algunos republicanos oponiéndose a la expansión debido a su impacto en otros recortes de impuestos y su menor valor en las regiones con impuestos más bajos.
La estrecha mayoría en la Cámara podría obligar a hacer concesiones sobre SALT para asegurarse los votos necesarios de los republicanos que representan a distritos donde la deducción es muy valorada. El representante Mike Lawler, republicano de Nueva York, ha manifestado su negativa a respaldar cualquier legislación fiscal que no aborde el tope SALT. Mientras prosigue el debate, el futuro de la deducción SALT sigue siendo un punto clave de negociación en el contexto más amplio de la reforma de la legislación fiscal.
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