(Actualiza con debilitamiento de Nate, detalles y contexto)
Por Jessica Resnick-Ault y Rod Nickel
NUEVA ORLEANS, 8 oct (Reuters) - La tormenta tropical Nate se debilitaba con rapidez mientras avanzaba por el estado de Alabama el domingo, aunque la fuerza del exhuracán afectó a los casinos de Biloxi e inundó las carreteras de la región tras tocar tierra en Misisipí.
Sus vientos máximos sostenidos se desplomaron hasta los 70 kilómetros por hora (kph) mientras avanzaba por el noreste hacia Alabama, por lo que el Centro Nacional de Huracanes (CNH) puso fin a su advertencia por tormenta tropical en el área al este de la frontera Alabama-Florida en la mañana del domingo. Pocas horas antes, el viento soplaba a 110 kph, pero Nate parecía carecer de la fuerza destructiva de sus predecesores.
Nate, la cuarta gran tormenta que golpea a Estados Unidos en menos de dos meses, dejó al menos 32 muertos en América Central antes de entrar en las cálidas aguas del Golfo de México y llegar al sur de Estados Unidos. También obligó a paralizar la mayor parte de la producción de petróleo y gas en la zona. ID:nL2N1MI0FQ
Antes de Nate, la zona sufrió el embate de tres grandes tormentas -Harvey, Irma y Maria-, que golpearon Texas, Florida y Puerto Rico, respectivamente.
El ojo de la tormenta avanzará por territorio continental estadounidense, por encima de Misisipí, a través del sur profundo, el Valle de Tennessee y la cordillera central de los Apalaches hasta el lunes, según el CNH. Las fuertes lluvias y la subida del nivel de las aguas sigue siendo un peligro en toda la región, advirtió el centro.
Nate tocó tierra cerca de la desembocadura del río Misisipí en la tarde del sábado y luego repitió por segunda vez el domingo cerca de Biloxi, Misisipí, donde sus 46.000 residentes fueron advertidos de que el nivel de las aguas podía superar los tres metros.
Las inundaciones afectaron a la Autopista 90 y a los casinos situados frente al mar en Biloxi, donde las aguas inundaron calles de comunidades en Misisipí y Alabama, según reportes de redes sociales.
"Tenemos abierto un restaurante y uno de nuestros bares principales, así que estamos bien por el momento", dijo Chett Harrison, gerente general del Golden Nugget Hotel & Casino (PA:CASP) en Biloxi, donde estaban refugiadas 300 personas.
"Nadie ha intentado irse, gracias a Dios, porque todo está inundando a nuestro alrededor", comentó a la afiliada local de la cadena CBS TV.
En el condado de Hancock, Misisipí, al noreste de Nueva Orleans, la lluvia y el viento estaban subiendo en intensidad y era probable que la situación empeorara en los horas siguientes, dijo Brian Adam, director de gestión de emergencias local.
El alcalde de Nueva Orleans, Mitch Landrieu, levantó el toque de queda en la ciudad en la noche del sábado, pese a que su vigencia estaba programa inicialmente hasta el domingo por la mañana. No obstante, en una declaración en las redes sociales dijo que sigue habiendo una gran amenaza de subida del nivel del agua fuera de las zonas protegidas con diques.
Antes de llegar a Estados Unidos, Nate azotó Centroamérica, dejando al menos 32 muertos a su paso. En Costa Rica y en Nicaragua hay unos 25.000 damnificados por las inundaciones y varias zonas de ambos países permanecen incomunicadas por vía terrestre debido a los aludes. ID:nL2N1MI09J
(Reporte adicional de Chris Kenning, Brendan O'Brien en Milwaukee, Alex Dobuzinskis en Los Ángeles, Oswaldo Rivas en Managua, Vanessa Johnston en Biloxi, Misisipí, Erwin Seba y Gary McWilliams en Houston y Jonathan Allen en Nueva York; editado en español por Carlos Serrano)