Por Geoffrey Smith
Investing.com -- Los mercados bursátiles estadounidenses abrieron al alza el martes, aliviados por las señales de progreso en las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania, a pesar de que las hostilidades continúan en el terreno.
El negociador en jefe de Rusia dijo que su país había accedido a desescalar los ataques en la capital, Kiev, y en la ciudad norteña de Chernihiv, en un esfuerzo por "crear confianza". Anteriormente, Mikhaylo Podolyak, ayudante del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, había informado de que se habían mantenido conversaciones sobre un alto el fuego basado en un futuro de neutralidad armada para Ucrania, garantizado por varios países, entre ellos Estados Unidos y Rusia, mientras que el ministro de defensa ruso, Sergey Shoigu, afirmaba que Rusia había logrado efectivamente sus objetivos de asegurar la "liberación" de la región oriental de Donbas.
No estaba claro de inmediato si los avances logrados serían aceptables para los máximos dirigentes de ambos países, dado que Ucrania sigue negándose a reconocer la anexión rusa de Crimea y teniendo en cuenta los comentarios anteriores de Vladímir Putin sobre la necesidad de restaurar una esfera de influencia rusa en el este de Europa. Sin embargo, Rusia parece haber abandonado su demanda implícita de un cambio de régimen en Ucrania, algo que calificó de "desnazificación", a pesar de que el presidente de Ucrania es judío y ha sido elegido democráticamente.
La noticia compensó con creces los preocupantes signos de inflación del mercado inmobiliario, donde los precios anuales de la vivienda aumentaron un 18.2% en el año hasta enero, según los datos publicados anteriormente.
A las 9:45 ET (1345 GMT), el Promedio Industrial Dow Jones subía 359 puntos, o un 1.0%, hasta los 35,315 puntos, mientras que el S&P subía un 0.9% y se situaba a menos de un 4% de su máximo histórico. El Nasdaq Composite subía un 1.3%.
Los mercados se vieron afectados principalmente, como tantas veces en las últimas semanas, por el canal del petróleo. La paz reduciría la probabilidad de que Occidente adopte medidas extremas para retirar las exportaciones energéticas rusas de los mercados mundiales, cuya amenaza ha hecho subir el petróleo, el gas y el carbón justo cuando la inflación alcanza el máximo de cuatro décadas en gran parte del mundo. La bajada de los precios del petróleo cambiaría las perspectivas de inflación, permitiendo a la Reserva Federal ser menos agresiva en el endurecimiento de la política monetaria. Por ello, los rendimientos de los bonos cayeron a lo largo de la curva de rendimiento, lo que redujo el coste del capital para las empresas y mejoró las perspectivas de rentabilidad de las acciones.