por Mercedes del Signo del Rio
Infosel, octubre. 25.- El gobierno de México confía en que los esfuerzos realizados por autoridades y cabilderos empresariales logren reflejarse en la ratificación del Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, o T-MEC, antes de fin de año, a pesar del poco tiempo que queda de sesiones en el Congreso.
Los legisladores del partido Demócrata en Estados Unidos, que tienen la mayoría en la Cámara de los Representantes, han expresado dudas sobre ratificar el T-MEC, porque consideran que aún no hay suficientes garantías de que México cumpla los compromisos establecidos en el papel.
De ahí que la administración de Andrés Manuel López Obrador ha entablado diálogos con legisladores demócratas e incluso envió una carta a Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de los Representantes, para convencerla del compromiso que tiene México con un nuevo marco comercial en la región, para que dé su aval.
La carta a Pelosi fue enviada a través de Richard Neal, el legislador demócrata que preside el Comité de Medios y Procedimientos de la Cámara Baja estadounidense, durante una visita que realizó al país a inicios de este mes para encontrarse con el presidente López Obrador.
"Nuestros 50 consulados en Estados Unidos, una fuerte operación montada por el sector privado, nuestra muy activa embajadora en Washington y todo su equipo en la embajada, y un servidor hemos estado muy en particular contactando repetidas veces a todos los principales actores públicos y privados, mostrando con datos y argumentos la importancia del comercio libre con México, y el valor del T-MEC para ambos países", dijo Jesús Seade, el subsecretario para América del Norte de Relaciones Exteriores, en la conferencia matutina del presidente.
"Les puedo decir que tengo noticias de primera mano de la forma excelente en que la visita del señor Neal a México y la carta del presidente disiparon las dudas en cuanto al compromiso de México con la reforma", agregó Seade, quien representó a México en la parte final de las negociaciones del T-MEC. Esto "nos hace pensar que el fin de esta compleja historia se acerca y que pronto veremos a Estados Unidos iniciar el proceso formal de aprobación del tratado, proceso de aprobación que puede resumirse, cada etapa tiene máximos de 40 días y tal, pero se puede resumir, se puede llevar a cabo en un par de semanas".
El nerviosismo que algunos tienen por el retraso en la ratificación del T-MEC por parte de Estados Unidos se debe a que quedan solo 12 sesiones más de trabajo en la Cámara de Representantes este año, lo que parece un plazo apretado para el trabajo que queda pendiente.
En el lado estadounidense, además de la desconfianza expresada por los demócratas, otros actores políticos involucrados en este proceso parecen sugerir que podría ser prematura la discusión del T-MEC por parte de los congresistas en tanto que no haya garantías de cumplimiento en algunos aspectos.
"No me importa si es noviembre, diciembre, enero o noviembre del próximo año. Cuando el acuerdo sea digno de los ciudadanos estadounidense, lo votaremos, y si no lo es, nos opondremos a él", dijo Richard Trumka, el presidente de AFL-CIO, el sindicato más grande de Estados Unidos y un actor clave en la ratificación del acuerdo, dada su influencia entre los legisladores de ese país, de acuerdo con el portal de noticias Politico.com.
El líder laboral de Estados Unidos explicó que le preocupa que México no esté totalmente equipado para implementar sus reformas laborales, a pesar de reconocer los esfuerzos que López Obrador hace por mostrar disposición a acatar los acuerdos incluidos en el T-MEC.
"Los italianos tienen un dicho: confiar es bueno, no confiar es mejor", dijo Trumka, de acuerdo con Politico. "Basta de confianza, demuéstrennos algo".
Al respecto, Seade insistió en la conferencia matutina de hoy que México ha hecho compromisos importantes en materia laboral y está dispuesto a cumplirlos.
"El tema laboral ha sido. . . no sé, ¿qué será?, el 80, el 90% de la discusión tan intensa que ha habido en Estados Unidos sobre el tratado, que ya lleva un año, intensísima", dijo el subsecretario para América del Norte. "Y en eso han participado igualmente los congresistas, sobre todo los demócratas que tienen una filiación laboral muy importante, como los sindicatos han sido mucho muy activos".
Hasta ahora México es el único de los tres socios que consiguió el aval de su Congreso a este nuevo pacto comercial en Norteamérica, por lo que tiene prisa de concluir el proceso para terminar con una de las principales fuentes de incertidumbre que enfrenta el país para los siguientes meses.
"Pero lo que importa más es la señal a nosotros, a los inversionistas, de que hay tratado. Esto yo siento que está, como diríamos, a punto de turrón", dijo Seade. "Una vez ratificado el tratado por los tres países y una vez intercambiadas las notificaciones mutuas de que se ha ratificado a partir de la última notificación tal, tres meses después, tres meses completos después entra en vigor. . . es cuestión inevitablemente de meses".
Para algunos la urgencia en aprobar el T-MEC este año se debe a que, en los meses siguientes, la agenda de los legisladores estadounidenses se enfocará más en la carrera por la elección presidencial que tendrá lugar a finales del 2020 y no podrán dedicar suficiente tiempo a los temas del tratado que les preocupan, lo que podría incluso retrasar la ratificación más allá del próximo año.
"Pocas cosas disgustan más a los estadounidenses que la política de oposición con suma cero", dijo el senador republicano Chuck Grassley, en la sesión del miércoles en la Cámara Alta, donde pidió acelerar la ratificación del T-MEC.