El plan de Citigroup para una resolución ordenada en caso de quiebra, comúnmente conocido como "testamento vital", ha sido rechazado por los reguladores bancarios estadounidenses. La Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC), tras una reunión a puerta cerrada, votó en contra de la estrategia de resolución del banco. La FDIC, que, junto con la Reserva Federal, se encarga de certificar estos planes cada dos años, consideró que los controles de datos de Citigroup eran deficientes.
Esta decisión forma parte de las reformas posteriores a la crisis financiera diseñadas para proteger a los contribuyentes y al sistema financiero exigiendo a los grandes bancos estrategias de liquidación creíbles. La intención es evitar la necesidad de rescates gubernamentales y mitigar los riesgos sistémicos que pueden derivarse del colapso de las grandes instituciones financieras.
En respuesta a la decisión de la FDIC, Citigroup ha hecho hincapié en sus continuos esfuerzos por mejorar su infraestructura. El banco destacó su inversión en la modernización de las operaciones, incluida la automatización de los datos y los procesos de información reglamentaria. Citigroup también declaró que su salud financiera sigue siendo sólida, señalando sus fuertes niveles de capital, liquidez y reservas. El banco expresó su confianza en su capacidad para resolverse sin recurrir a los fondos de los contribuyentes ni causar daños al sistema financiero.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.