por Michelle del Campo
Infosel, marzo. 5.- La decisión de México de realizar una consulta para determinar el futuro de la planta de cervezas Corona y Modelo que se construye en Mexicali, en el estado de Baja California, preocupa a Constellation Brands, la única compañía que tiene los derechos para distribuir las marcas más importantes de Grupo Modelo en Estados Unidos.
Pero más allá de que se construya o no una planta de mil 500 millones de dólares, el hecho de que sea sometida a votación una inversión que, de acuerdo con la empresa, tiene todos los permisos necesarios causa suspicacia y dudas de que el gobierno dé garantías jurídicas a futuras inversiones.
"El someter a la empresa a una consulta pública y al sentido común de los ciudadanos, como lo informó el presidente Andrés Manuel López Obrador, representa para México un retroceso irreparable y un lamentable revés" dijo la delegación local de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), a quienes preocupa se socave el atractivo del estado para las inversiones.
Incluso la propia empresa estadounidense, cuyas ganancias dependen cada vez más de sus ventas de cerveza mexicana, ya advirtió que ante la incertidumbre podría girar su inversión hacia otros destinos, esto a pesar de la importancia que tiene para su causa que la cerveza que vende --considerada premium a nivel internacional-- sea producida en México.
Claro que la preocupación de quienes pretenden invertir recursos en México no tiene su origen en Mexicali. Las consultas que López Obrador impulsó como presidente electo y en sus primeras semanas ya en funciones; además de otras decisiones de política energética, recaudación, relevos de consejeros en organismos autónomos e incluso el trabajo legislativo de diputados y senadores del gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena) han sido tomadas con recelo.
Este panorama se da en medio de una coyuntura mundial que podría beneficiar a México al momento de atraer inversiones, ya que el tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos está próximo a ser ratificado y el país podría sacar provecho del conflicto comercial entre Estados Unidos y China, el cual está pausado por la epidemia de coronavirus (covid-19) que ha frenado a la economía más grande de Asia --otra ventaja para México.
La semana pasada, incluso una encuesta realizada por el despacho legal Foley & Lardner a ejecutivos estadounidenses arrojó el interés de siete de cada vez entrevistados de mover operaciones internacionales a México.
"Nuestra encuesta muestra que una amplia mayoría de ejecutivos están moviendo o han movido partes de sus operaciones de otro país a México, dijo Christopher Swift, socio de la firma Foley & Lardner, en un reporte que reveló la opinión de los ejecutivos. "La velocidad y tamaño de los planes de los ejecutivos para ejecutar dichas decisiones empresariales significativas demuestra que perciben estabilidad y confianza en México".
En contraste, las voces preocupación sobre la decisión de la consulta a la planta de Constellation que lleva un avance de 70% habrían trascendido los ámbitos local y nacional, llevando incluso al gobierno de Estados Unidos ha externar su preocupación al presidente de México.
"Nos mandan a decir hasta de la Embajada de Estados Unidos, y lo digo porque mi pecho no es bodega y siempre digo lo que pienso, y no hay nada que ocultar, que si se lleva a cabo la consulta va a quedar muy mal el país", dijo el presidente López Obrador el martes 3 de marzo, en su conferencia matutina. "No, si ya fue una decisión de una autoridad se lleva a cabo la consulta".
De acuerdo con el Banco de México, la inversión extranjera directa se contrajo 5.3% en 2019, el primer año de gobierno de López Obrador, con respecto a un año antes. La confianza empresarial del sector manufacturero ha registrado una racha a la baja en cinco meses consecutivos, ubicándose el mes pasado en 47.1 puntos sobre 100, 5.8 puntos menos que un año antes.
Un par de decisiones concretas tomadas por el gobierno que han preocupación entre algunos que pretenden hacer negocios en México son la cancelación del proyecto del Nuevo Aeropuerto de México (NAIM) tras una consulta realizada por el presidente de México, que generó dudas sobre su metodología; o la decisión de la Secretaría de Energía de cambiar las reglas sobre la emisión de Certificados de Energía Limpia (CEL), en beneficio de la Comisión Federal de Electricidad y en detrimento de lo intereses de las empresas generadoras de electricidad por vías alternativas.
El gobierno de México compensó financieramente a los inversionistas por su decisión de cancelar el NAIM, mientras que el cambio a las reglas de los CEL fue suspendido temporalmente por un juez como parte de una serie de amparos promovidos por las empresas y organismos afectados.
El choque entre México y quienes ven pocos incentivos para invertir deriva de la posición revisionista de López Obrador a los métodos de atracción de inversión de administraciones pasadas y la necesidad de ética por parte de las empresas.
"Pero: 'No, no va a haber consulta porque se pueden enojar los inversionistas'. Pues no, yo creo que eso es lo mejor. Y pedirles también a los inversionistas extranjeros, a los empresarios en general que actúen también con ética, porque, ¿qué pasaba antes? Venían y veían a México como tierra de conquista, sobre todo las empresas españolas, vamos porque ahí si estamos bien parados, tenemos buenas influencias, hacemos y deshacemos, ahí está el negocio, ahí está el negocio lucrativo. No, ya eso no lo podemos permitir", dijo el presidente de México.
Desde el año pasado, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) encabeza una revisión al proyecto solicitada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, en respuesta a las voces de ciudadanos y representantes políticos en contra de los planes de Constellation Brands, debido a las preocupaciones sobre las potenciales afectaciones que la fábrica podría generar en la disponibilidad de agua en la región, donde existe estrés hídrico.
Semarnat realizó en enero una reunión en la que se escucharon a actores y autoridades federales y locales y la propia empresa, donde se externaron las diversas posturas.
Un mes después, Víctor Toledo, el titular de la Semarnat en una reunión con la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático dijo que impulsaría una consulta pública para definir la situación de la cervecera Constellation Brands, de acuerdo con un comunicado emitido por la dependencia.
Semarnat cuenta con la facultad legal, establecida por la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, de realizar consultas públicas sobre el impacto ambiental de algunos proyectos y actividades de competencia federal.
Esta facultad se activa cuando un proyecto se encuentra en proceso de obtener la aprobación de su manifestación de impacto ambiental y se reciba una solicitud por escrito, para realizar la consulta, diez días después de la publicación del proyecto en la Gaceta Ecológica.
Constellation Brands, a través de BC Tenedora Inmobiliaria, publicó en la Gaceta Ecológica en 2016 y 2017 dos proyectos vinculados a la obra --la construcción de una planta de tratamiento de aguas y de una línea de alimentación de agua potable-- que hasta donde hay registro, no recibieron solicitudes de activar una consulta pública.
BC Tenedora obtuvo en abril de 2016 la Secretaría de Protección al Ambiente del Estado de Baja California la autorización condicionada en materia de impacto ambiental de la construcción de toda la planta cervecera.
La empresa obtuvo también en 2016 una determinación de la delegación local de la Semarnat que detallaba que la empresa no requería la autorización de impacto ambiental de cambio de uso de suelo forestal.
Infosel buscó a Semarnat para conocer los fundamentos de la consulta pública que promueve sobre el proyecto, pero hasta el momento no se ha recibido información.
No es claro cómo funcionaría este proceso de consulta pública ya que de acuerdo con el presidente Andrés Manuel López Obrador, los ciudadanos decidirían sobre la obra.
"Empezaron a construir la planta, ya llevan un avance, está comprometiéndose la empresa a que no van a utilizar mucha agua, que van a tratar el agua, pero bueno, todo eso se tiene que explicar y que la gente decida", dijo López Obrador en su conferencia matutina del martes.
Esta injerencia del gobierno federal podría ser la gota que derrame el vaso de Constellation Brands, que en los últimos tres años ha sorteado varios procesos para frenar la obra.
Infosel, marzo. 5.- La decisión de México de realizar una consulta para determinar el futuro de la planta de cervezas Corona y Modelo que se construye en Mexicali, en el estado de Baja California, preocupa a Constellation Brands, la única compañía que tiene los derechos para distribuir las marcas más importantes de Grupo Modelo en Estados Unidos.
Pero más allá de que se construya o no una planta de mil 500 millones de dólares, el hecho de que sea sometida a votación una inversión que, de acuerdo con la empresa, tiene todos los permisos necesarios causa suspicacia y dudas de que el gobierno dé garantías jurídicas a futuras inversiones.
"El someter a la empresa a una consulta pública y al sentido común de los ciudadanos, como lo informó el presidente Andrés Manuel López Obrador, representa para México un retroceso irreparable y un lamentable revés" dijo la delegación local de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), a quienes preocupa se socave el atractivo del estado para las inversiones.
Incluso la propia empresa estadounidense, cuyas ganancias dependen cada vez más de sus ventas de cerveza mexicana, ya advirtió que ante la incertidumbre podría girar su inversión hacia otros destinos, esto a pesar de la importancia que tiene para su causa que la cerveza que vende --considerada premium a nivel internacional-- sea producida en México.
Claro que la preocupación de quienes pretenden invertir recursos en México no tiene su origen en Mexicali. Las consultas que López Obrador impulsó como presidente electo y en sus primeras semanas ya en funciones; además de otras decisiones de política energética, recaudación, relevos de consejeros en organismos autónomos e incluso el trabajo legislativo de diputados y senadores del gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena) han sido tomadas con recelo.
Este panorama se da en medio de una coyuntura mundial que podría beneficiar a México al momento de atraer inversiones, ya que el tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos está próximo a ser ratificado y el país podría sacar provecho del conflicto comercial entre Estados Unidos y China, el cual está pausado por la epidemia de coronavirus (covid-19) que ha frenado a la economía más grande de Asia --otra ventaja para México.
La semana pasada, incluso una encuesta realizada por el despacho legal Foley & Lardner a ejecutivos estadounidenses arrojó el interés de siete de cada vez entrevistados de mover operaciones internacionales a México.
"Nuestra encuesta muestra que una amplia mayoría de ejecutivos están moviendo o han movido partes de sus operaciones de otro país a México, dijo Christopher Swift, socio de la firma Foley & Lardner, en un reporte que reveló la opinión de los ejecutivos. "La velocidad y tamaño de los planes de los ejecutivos para ejecutar dichas decisiones empresariales significativas demuestra que perciben estabilidad y confianza en México".
En contraste, las voces preocupación sobre la decisión de la consulta a la planta de Constellation que lleva un avance de 70% habrían trascendido los ámbitos local y nacional, llevando incluso al gobierno de Estados Unidos ha externar su preocupación al presidente de México.
"Nos mandan a decir hasta de la Embajada de Estados Unidos, y lo digo porque mi pecho no es bodega y siempre digo lo que pienso, y no hay nada que ocultar, que si se lleva a cabo la consulta va a quedar muy mal el país", dijo el presidente López Obrador el martes 3 de marzo, en su conferencia matutina. "No, si ya fue una decisión de una autoridad se lleva a cabo la consulta".
De acuerdo con el Banco de México, la inversión extranjera directa se contrajo 5.3% en 2019, el primer año de gobierno de López Obrador, con respecto a un año antes. La confianza empresarial del sector manufacturero ha registrado una racha a la baja en cinco meses consecutivos, ubicándose el mes pasado en 47.1 puntos sobre 100, 5.8 puntos menos que un año antes.
Un par de decisiones concretas tomadas por el gobierno que han preocupación entre algunos que pretenden hacer negocios en México son la cancelación del proyecto del Nuevo Aeropuerto de México (NAIM) tras una consulta realizada por el presidente de México, que generó dudas sobre su metodología; o la decisión de la Secretaría de Energía de cambiar las reglas sobre la emisión de Certificados de Energía Limpia (CEL), en beneficio de la Comisión Federal de Electricidad y en detrimento de lo intereses de las empresas generadoras de electricidad por vías alternativas.
El gobierno de México compensó financieramente a los inversionistas por su decisión de cancelar el NAIM, mientras que el cambio a las reglas de los CEL fue suspendido temporalmente por un juez como parte de una serie de amparos promovidos por las empresas y organismos afectados.
El choque entre México y quienes ven pocos incentivos para invertir deriva de la posición revisionista de López Obrador a los métodos de atracción de inversión de administraciones pasadas y la necesidad de ética por parte de las empresas.
"Pero: 'No, no va a haber consulta porque se pueden enojar los inversionistas'. Pues no, yo creo que eso es lo mejor. Y pedirles también a los inversionistas extranjeros, a los empresarios en general que actúen también con ética, porque, ¿qué pasaba antes? Venían y veían a México como tierra de conquista, sobre todo las empresas españolas, vamos porque ahí si estamos bien parados, tenemos buenas influencias, hacemos y deshacemos, ahí está el negocio, ahí está el negocio lucrativo. No, ya eso no lo podemos permitir", dijo el presidente de México.
Desde el año pasado, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) encabeza una revisión al proyecto solicitada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, en respuesta a las voces de ciudadanos y representantes políticos en contra de los planes de Constellation Brands, debido a las preocupaciones sobre las potenciales afectaciones que la fábrica podría generar en la disponibilidad de agua en la región, donde existe estrés hídrico.
Semarnat realizó en enero una reunión en la que se escucharon a actores y autoridades federales y locales y la propia empresa, donde se externaron las diversas posturas.
Un mes después, Víctor Toledo, el titular de la Semarnat en una reunión con la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático dijo que impulsaría una consulta pública para definir la situación de la cervecera Constellation Brands, de acuerdo con un comunicado emitido por la dependencia.
Semarnat cuenta con la facultad legal, establecida por la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, de realizar consultas públicas sobre el impacto ambiental de algunos proyectos y actividades de competencia federal.
Esta facultad se activa cuando un proyecto se encuentra en proceso de obtener la aprobación de su manifestación de impacto ambiental y se reciba una solicitud por escrito, para realizar la consulta, diez días después de la publicación del proyecto en la Gaceta Ecológica.
Constellation Brands, a través de BC Tenedora Inmobiliaria, publicó en la Gaceta Ecológica en 2016 y 2017 dos proyectos vinculados a la obra --la construcción de una planta de tratamiento de aguas y de una línea de alimentación de agua potable-- que hasta donde hay registro, no recibieron solicitudes de activar una consulta pública.
BC Tenedora obtuvo en abril de 2016 la Secretaría de Protección al Ambiente del Estado de Baja California la autorización condicionada en materia de impacto ambiental de la construcción de toda la planta cervecera.
La empresa obtuvo también en 2016 una determinación de la delegación local de la Semarnat que detallaba que la empresa no requería la autorización de impacto ambiental de cambio de uso de suelo forestal.
Infosel buscó a Semarnat para conocer los fundamentos de la consulta pública que promueve sobre el proyecto, pero hasta el momento no se ha recibido información.
No es claro cómo funcionaría este proceso de consulta pública ya que de acuerdo con el presidente Andrés Manuel López Obrador, los ciudadanos decidirían sobre la obra.
"Empezaron a construir la planta, ya llevan un avance, está comprometiéndose la empresa a que no van a utilizar mucha agua, que van a tratar el agua, pero bueno, todo eso se tiene que explicar y que la gente decida", dijo López Obrador en su conferencia matutina del martes.
Esta injerencia del gobierno federal podría ser la gota que derrame el vaso de Constellation Brands, que en los últimos tres años ha sorteado varios procesos para frenar la obra.