Un grupo de unos 20 miembros demócratas del Congreso de EE.UU. ha pedido a la Presidenta entrante de México, Claudia Sheinbaum, que considere las preocupaciones de seguridad nacional relacionadas con los vehículos conectados a Internet de fabricación china.
Los congresistas, encabezados por la representante Elissa Slotkin y el senador Sherrod Brown, expresaron su aprensión en una carta, en la que instan a Sheinbaum a crear un órgano nacional de revisión y a organizar una visita de una delegación a Estados Unidos para mantener conversaciones a principios de 2025.
La preocupación se debe a la posibilidad de que los datos recogidos por los vehículos con equipos de Internet a bordo se utilicen con fines de vigilancia o, en casos más extremos, de manipulación a distancia. La carta destaca el temor a que el Partido Comunista Chino pueda explotar estos datos, lo que supondría una amenaza para la seguridad nacional.
En respuesta a estos temores, el Presidente Joe Biden propuso la semana pasada prohibir el software y hardware chinos en los vehículos conectados que circulen por las carreteras estadounidenses.
La medida excluiría básicamente la entrada de coches y camiones chinos en el mercado estadounidense e impediría que los nuevos vehículos producidos en México por empresas chinas se vendieran en Estados Unidos.
China ha rechazado las preocupaciones estadounidenses, afirmando que las acusaciones carecen de base fáctica y representan una forma de proteccionismo que contraviene las normas de la economía de mercado y la competencia leal.
En medio de estos acontecimientos, el Presidente Biden ha duplicado los aranceles sobre los vehículos eléctricos fabricados en China hasta el 100%, a pesar de que sólo cuatro vehículos ligeros chinos están disponibles en los EE.UU. Además, en 2022, el Congreso aprobó una legislación que descalifica a los vehículos eléctricos fabricados en China de recibir créditos fiscales.
La carta de los legisladores estadounidenses señala los avances significativos que los fabricantes de automóviles chinos han hecho en el mercado automotriz mexicano y la posibilidad de que México sea utilizado como base para acceder al mercado estadounidense. En particular, el fabricante chino de vehículos eléctricos BYD planea establecer una fábrica en México, lo que los legisladores sugieren que podría ser una estrategia para eludir los aranceles estadounidenses a través de la producción en México.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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