El Consejero Delegado de Renault (EPA:RENA), Luca de Meo, ha advertido de que la industria automovilística europea podría incurrir en multas por un total de 15.000 millones de euros (17.400 millones de dólares) debido a la ralentización de las ventas de vehículos eléctricos (VE), que puede provocar el incumplimiento de los estrictos objetivos de la UE en materia de emisiones de carbono. Las sanciones que se avecinan están vinculadas a los objetivos de CO2 de la Unión Europea, que se endurecerán en 2025, reduciendo el tope de emisiones medias de las ventas de vehículos nuevos a 94 gramos por kilómetro, frente a los 116 gramos por kilómetro de 2024.
De Meo, que también preside la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA), expresó su preocupación en una entrevista concedida el sábado a la radio France Inter. Destacó que si las ventas de vehículos eléctricos continúan al ritmo actual, la industria podría enfrentarse a multas sustanciales o verse obligada a cesar la producción de más de 2,5 millones de vehículos.
El Director General de Renault subrayó la urgencia de la situación, afirmando que la velocidad actual de la aceleración de los vehículos eléctricos es insuficiente para alcanzar los objetivos que evitarían que la industria pagara estas multas. Señaló que la transición del sector a los vehículos eléctricos avanza a la mitad del ritmo necesario para alcanzar los objetivos de emisiones de la Unión Europea.
Según la normativa de la UE, los fabricantes de automóviles que superen los límites de CO2 podrían enfrentarse a multas de 95 euros por cada gramo de CO2 por kilómetro que supere el umbral establecido, multiplicado por el número de vehículos vendidos. Esto podría dar lugar a importantes sanciones económicas para los grandes fabricantes de automóviles, que podrían alcanzar cientos de millones de euros.
De Meo también se refirió al calendario general de la transición de la industria hacia una energía más limpia, señalando que, aunque se discute mucho sobre el año 2035, la atención inmediata debe centrarse en los retos que se plantean de aquí a 2025. Pidió más flexibilidad a la hora de fijar plazos y multas, advirtiendo de que el rígido marco actual es muy peligroso para la industria.
La advertencia del responsable de Renault y ACEA llega en un momento en que el sector del automóvil se enfrenta al doble reto de transformar su producción para cumplir las normas medioambientales y mantener la demanda de vehículos eléctricos por parte de los consumidores en medio de un complejo panorama de mercado.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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