El Fondo de la Seguridad Social de Tailandia, un fondo estatal de 77.000 millones de dólares responsable de la asistencia sanitaria, las prestaciones por desempleo y las pensiones de 25 millones de trabajadores, se dispone a reorientar 11.600 millones de dólares hacia activos privados globales como parte de un cambio estratégico para mejorar su rendimiento. El fondo, que históricamente se ha centrado en inversiones nacionales y de bajo riesgo, ha obtenido rendimientos inferiores al 3% de media en la última década.
Petch Vergara, miembro de la junta de inversiones y antiguo ejecutivo de Goldman Sachs, destacó la urgente necesidad de cambio, afirmando que sin una nueva dirección, el fondo podría estar en quiebra en 2051.
La revisión prevista, que comenzará en 2025, pretende reducir la asignación de activos de bajo riesgo del fondo del 70% al 60% y aumentar las inversiones de mayor riesgo del 30% al 40% en los próximos dos años y medio.
Para mediados de 2027, el objetivo es alcanzar un reparto al 50%, con un 15% de la asignación de mayor riesgo dirigida a activos privados globales, incluidos capital riesgo, crédito privado y fondos de cobertura.
Esta medida responde al envejecimiento de la población tailandesa, que ha experimentado un aumento significativo de la población mayor de 60 años, de 6,2 millones en 2004 a 13 millones en diciembre de 2023.
La estrategia de inversión orientada a la reforma se produce tras un cambio en la composición del consejo del fondo: el año pasado se eligieron dos tercios de los 21 miembros del consejo, muchos de ellos propuestos por grupos sindicales y un partido progresista que aboga por importantes reformas institucionales.
Los analistas llevan tiempo pidiendo un cambio en el enfoque de inversión del fondo para satisfacer las crecientes demandas de la población, citando una falta de confianza pública debida a una mala gestión histórica y a unos resultados insuficientes.
Worawan Chandoevwit, asesor sobre seguridad social del Instituto de Investigación para el Desarrollo de Tailandia, señaló el inminente desequilibrio entre cotizantes y pensionistas, con un claro déficit previsto para 2045.
El nuevo marco de inversión del fondo está diseñado para mejorar los rendimientos a largo plazo y garantizar su viabilidad, ya que el número de trabajadores jubilados con derecho a pensión va a aumentar considerablemente. T
l nuevo enfoque pretende alinearse con las tendencias mundiales en materia de pensiones, que han registrado una rentabilidad media anual del 7,7% en los últimos cinco años para los fondos con una asignación del 60% en renta variable mundial y del 40% en renta fija mundial, muy superior a la rentabilidad reciente de la Caja de la Seguridad Social.
El compromiso del fondo con la diversificación global refleja la comprensión de que los altos rendimientos y la buena gobernanza son cruciales para su sostenibilidad.
Reuters ha contribuido a este artículo.
Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.