En un notable giro respecto a la volatilidad de la semana anterior, las acciones japonesas van camino de su semana más impresionante en más de cuatro años. El índice Nikkei subió un 7,6%, lo que supone su mejor rendimiento desde abril de 2020.
Este repunte se produce mientras una ola más amplia de sentimiento de riesgo positivo se ha extendido por los mercados mundiales, en particular tras los alentadores datos económicos de Estados Unidos que han atenuado las preocupaciones de recesión y moderado las expectativas de agresivos recortes de tipos por parte de la Reserva Federal.
El índice MSCI más amplio de acciones de Asia-Pacífico fuera de Japón también reflejó esta tendencia alcista, avanzando un 0,34% y encaminándose a una subida del 1,3% en la semana. Los futuros estadounidenses siguieron subiendo, reforzados por los buenos resultados de la sesión nocturna en Wall Street. Los futuros del S&P 500 registraron una modesta subida del 0,09%, mientras que los del Nasdaq avanzaron un 0,17%.
El optimismo se vio alimentado por las sólidas cifras de ventas minoristas en EE.UU. y las bajas peticiones semanales de subsidio de desempleo, que se sumaron al impacto positivo de un anterior informe benigno sobre la inflación.
Estos factores han reforzado las expectativas de un recorte de los tipos de interés de la Reserva Federal en septiembre, aunque la probabilidad de una reducción sustancial de 50 puntos básicos ha disminuido significativamente, y los mercados asignan ahora sólo un 25% de probabilidades a este resultado, frente al 55% de la semana anterior.
El repunte del mercado japonés se vio favorecido en parte por la debilidad del yen, que cotizó a 149,08 por dólar, un notable descenso desde el máximo de siete meses alcanzado la semana pasada. El franco suizo, otra divisa que se había fortalecido en medio de una reciente huida hacia la seguridad, registró pocos cambios, pero en la semana cayó un 0,7%.
En cuanto a las divisas, el euro tuvo dificultades para registrar ganancias significativas frente a un dólar más fuerte, apoyado por los elevados rendimientos del Tesoro estadounidense. El rendimiento a dos años se acercó a su máximo de más de una semana en el 4,0846%, mientras que el rendimiento de referencia a 10 años se mantuvo estable en el 3,9112%.
Los mercados de materias primas también reflejaron las optimistas perspectivas económicas, y los precios del petróleo se encaminaron hacia una subida semanal a pesar del ligero descenso del viernes. Los futuros del crudo Brent bajaron un 0,19%, hasta 80,88 dólares por barril, y los del crudo West Texas Intermediate estadounidense cayeron un 0,28%, hasta 77,94 dólares por barril. No obstante, ambas referencias apuntaban a una subida semanal superior al 1%. El oro al contado registró un leve repunte del 0,07%, hasta 2.457,79 dólares la onza.
La reciente evolución de los mercados indica un cambio en el ánimo de los inversores, a medida que aumenta la confianza ante la mejora de los datos económicos, lo que sugiere unas perspectivas más estables tanto para la economía estadounidense como para la mundial.
Reuters colaboró en la elaboración de este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.