Por Laura Sánchez
Investing.com - Que apenas habrá sorpresas en la reunión de la Reserva Federal estadounidense (Fed) de este miércoles parece algo en lo que los expertos están de acuerdo.
Casi todos apuntan que es demasiado pronto para hablar de tapering, que Jerome Powell, presidente de la Fed, mantendrá su discurso dovish en la rueda de prensa posterior al comunicado y que habrá que esperar a agosto para intentar obtener alguna pista.
Bloomberg apunta que este momento podría ser en el simposio de Jackson Hole.
¿Y mientras tanto?
Algunos bancos de inversión, como Morgan Stanley (NYSE:MS) y JPMorgan (NYSE:JPM), recomiendan aguantar los cortos en bonos a pesar de los sustos que se han llevado estas posiciones últimamente.
“La TIR del bono del Tesoro estadounidense suma su cuarta semana de caídas consecutiva y esta mañana se sitúa en el 1.46%”, recogen en Banca March.
Estas caídas de TIRes hasta mínimos de tres meses se producen también, como destacan en Renta 4 (MC:RTA4), “posiblemente por cierre de cortos”.
En opinión de Bankinter (MC:BKT), “no es buena idea ponerse en contra de un banco central -el BCE mantiene un ritmo de compras elevado-, pero sin ignorar los riesgos. Los niveles de TIR actuales no compensan el riesgo (duración & volatilidad en verano), por eso nos centramos en el tramo intermedio de la curva (2/7A) y en bonos corporativos”.
“Por el momento los inversores están optando por aceptar la versión ‘defendida’ por los bancos centrales de que el fuerte repunte que ha experimentado la inflación a ambos lados del Atlántico tiene carácter transitorio y que, una vez se diluyan los efectos base -los precios de muchos productos y servicios disminuyeron con fuerza durante los confinamientos globales de primavera en 2020-, se normalice el mercado laboral y se arreglen los cuellos de botella que afrontan actualmente las cadenas de distribución, la inflación comenzará a moderarse nuevamente”, comentan en Link Securities.
No obstante, estos analistas señalan que “no todos los expertos están de acuerdo. Es más, los hay que defienden que algunas de las alzas de precios, especialmente de los salarios y de las materias primas, tienen un carácter más estructural del que vienen señalando los bancos centrales”.
“De ser así, a medio plazo ello podría condicionar en gran medida la capacidad de las autoridades monetarias mundiales de mantener sus actuales políticas ultralaxas el tiempo deseado, lo que también podría terminar impactando de forma negativa en el comportamiento de las bolsas y de los mercados de bonos y de divisas, ya que no es el escenario que actualmente descuentan los inversores, los cuales siguen mostrándose muy complacientes con el repunte de los precios”, concluyen en Link Securities.