Por Ron Bousso
LONDRES (Reuters) - A pesar del mejor arranque en los precios del petróleo en cuatro años, las principales petroleras internacionales todavía dudan sobre acelerar la búsqueda de nuevos recursos porque la determinación de retener capital pesa más que las expectativas de descubrir prósperos yacimientos. Exxon Mobil (NYSE:XOM), Royal Dutch Shell (LON:RDSb), Total y sus rivales reducirán el gasto en exploración de petróleo y gas por quinto año consecutivo en 2018, según la consultora Wood Mackenzie (WoodMac), a pesar de la creciente urgencia de reponer las reservas tras años de contener la inversión.
La inversión global en exploración, vital para aumentar la producción y compensar el declive natural de los yacimientos existentes, alcanzará los 37.000 millones de dólares en 2018, un 7 por ciento menos que un año antes y más de un 60 por ciento por debajo del máximo de 2014, según WoodMac.
En lo que respecta a las "major" o grandes compañías del sector, el gasto bajará en conjunto cerca del 4 por ciento este año y representará aproximadamente una décima parte de la inversión en la producción de petróleo y gas, conocida como "upstream".
"Esta podría ser la nueva normalidad y los días en el que uno de cada seis dólares se dedicaban a la exploración formarán para siempre parte del pasado", dijo WoodMac en un informe.
Sin embargo, los descensos eclipsan un modesto repunte en la actividad de perforación ante la caída de las tarifas de las plataformas y el foco en cuencas bien conocidas permiten a las empresas rentabilizar mejor la inversión, en opinión de Andrew Latham, analista de WoodMac.
"La inversión disminuirá año tras año, pero la actividad se mantendrá plana o subirá ligeramente", dijo a Reuters en una entrevista.
El derrumbe de los precios del petróleo en 2014 provocó una profunda reducción de costes en el sector, pero sus empresas siguen necesitando incrementar sus recursos a medida que menguan las reservas.
Con el precio del crudo y los beneficios en fase de recuperación (el barril está ahora por encima de los 65 dólares, un máximo desde mediados de 2015), el impulso para aumentar las reservas solo puede crecer.
La tasa de éxito en la exploración ha caído del 40 por ciento al 35 por ciento en la última década, poniendo de relieve la importancia que han tenido las adquisiciones como alternativa, aunque por lo general más costosa, para sumar recursos.
"El gasto en exploración seguirá siendo bajo ... lo que implica la necesidad de más fusiones y adquisiciones", dijeron analistas de RBC Capital Markets.
Tras destinar más de 30.000 millones de dólares en adquisiciones en 2017, las grandes petroleras previsiblemente seguirán haciendo compras seguras en zonas en las que ya operan, aunque "la ventana para el M&A en upstream esté empezando a cerrarse", añadió el bróker, en alusión al precio más alto de los activos y al menor número de vendedores en situación problemática.
De nuevo habrá que estar pendientes de las "major" por la fortaleza de sus balances frente a petroleras más pequeñas, dijo Latham de WoodMac.
Se espera que la exploración se centre en cuencas de aguas profundas como México, Brasil y Guyana, donde se han realizado grandes descubrimientos en los últimos años, haciendo albergar más confianza en la obtención de recursos adicionales.
El creciente interés por la exploración se puso de manifiesto el pasado octubre, cuando las principales petroleras compitieron por bloques en la primera subasta de petróleo en aguas profundas de Brasil para operadores extranjeros, en la que Shell se adjudicó la mitad de los bloques.