El sector mundial de las aerolíneas está a punto de registrar importantes mejoras financieras, gracias a la caída del 20% del precio del crudo Brent en el último año, según indica la IATA en su informe semestral sobre el sector aéreo. Este descenso de los precios se atribuye a un exceso de oferta en el mercado, con Estados Unidos consolidando su condición de primer productor de petróleo y un cambio en la demanda de productos energéticos, sobre todo en China. A pesar de un PIB mundial estable del 3,2%, el descenso de los precios del petróleo no está vinculado a un debilitamiento del ciclo económico.
Para las aerolíneas, se espera que los costes de combustible, que suponen el 30% de los gastos totales, disminuyan si los precios del combustible para aviones bajan junto con los del crudo. Esta reducción de costes es oportuna, ya que se prevé que las aerolíneas logren un beneficio neto de 31.500 millones de dólares en 2024, con un margen de beneficio neto del 3,3%, a pesar de tener que hacer frente a mayores costes de explotación y aumentos salariales. Se prevé que la bajada de los precios del petróleo fomente una mayor relajación de la política monetaria, debilitando potencialmente el dólar estadounidense frente a la mayoría de las divisas, lo que podría impulsar el poder adquisitivo de los hogares y apoyar el crecimiento mundial.
El mercado de la carga aérea ha impulsado significativamente el tráfico aéreo en 2024, con un aumento de la demanda debido al vibrante comercio electrónico transfronterizo y a las limitaciones de la capacidad de transporte marítimo. Los rendimientos mundiales de la carga aérea han dejado de disminuir y se sitúan ahora en torno a un 30% por encima de los niveles anteriores a la pandemia. Se espera que los rendimientos de la carga mantengan la estabilidad en 2025.
También se espera que el sector supere un hito en 2025, con unos ingresos previstos superiores al billón de dólares y un beneficio neto previsto de 36.600 millones de dólares, lo que marcará un récord con un margen de beneficio neto del 3,6%. Sin embargo, se prevé que persistan los problemas en la cadena de suministro, lo que afectará al crecimiento potencial del sector.
La caída de los precios del petróleo presenta una oportunidad única para que los países reformen las subvenciones a los combustibles fósiles e inviertan en la producción de energías renovables. El informe sugiere que un año de subvenciones mundiales a los combustibles fósiles, por valor de 7 billones de dólares en 2022, podría cubrir toda la inversión de capital necesaria para la transición energética del sector aéreo en 2050.
El sector aéreo ha experimentado un fuerte tráfico de pasajeros en 2024, estableciendo nuevos récords a pesar de las limitaciones de capacidad. Se espera que el crecimiento del tráfico de pasajeros continúe, aunque a un ritmo más lento, a medida que todas las regiones superen los niveles anteriores a la pandemia. La rentabilidad del sector en 2024 se ha revisado al alza respecto al año anterior, que resultó ser la cuarta mejor en tres décadas. El margen de explotación estimado para 2024 se sitúa en el 6,4%, un notable aumento respecto a la mediana de 20 años.
En conclusión, la bajada de los precios del petróleo aliviará algunas presiones financieras de las aerolíneas, permitiendo potencialmente inversiones en descarbonización. Los resultados financieros del sector siguen siendo sólidos, y tanto el tráfico de pasajeros como el de carga contribuyen a las perspectivas positivas.
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