Investing.com -- El reciente anuncio por parte de Donald Trump de una empresa de inversión en inteligencia artificial (IA) de 100.000 millones de dólares es una señal importante para los inversores. La empresa, que se espera que alcance los 500.000 millones de dólares, está dirigida por líderes del sector como Masayoshi Son, de SoftBank, Sam Altman, de OpenAI, y Larry Ellison, de Oracle. El objetivo principal de la empresa es impulsar infraestructuras de IA como centros de datos y campus físicos y acelerar las aplicaciones en el mundo real en sectores como la sanidad y la energía.
Nigel Green, consejero delegado de deVere Group, una gran organización independiente de asesoramiento financiero y gestión de activos, ha hecho comentarios sobre este acontecimiento. Ha afirmado que, aunque algunos analistas creen que el repunte de la IA podría ralentizarse este año, esta noticia demuestra que el mercado simplemente se está recalibrando, no experimentando una revolución en el liderazgo.
Green subraya que la IA no es una tendencia pasajera, sino la base del futuro. Advierte de que los inversores que no lo reconozcan podrían perderse una de las oportunidades más transformadoras de nuestro tiempo.
Aunque empresas como Microsoft y Nvidia no apoyan oficialmente la iniciativa, se espera que desempeñen un papel importante en el ecosistema más amplio del crecimiento impulsado por la IA.
En 2023 y 2024, los "Siete Magníficos" gigantes tecnológicos, incluidos Nvidia y Microsoft, impulsaron índices enteros a máximos históricos. Estas empresas representaron una gran parte de las ganancias del S&P 500, convirtiendo la IA en la historia definitoria del mercado. Sin embargo, este dominio ha llevado a especular con que la influencia de la IA podría estar tocando techo.
El Grupo deVere no está de acuerdo con esta especulación. Green afirma que la recalibración observada en los valores de IA no es un signo de declive, sino una evolución natural tras un crecimiento explosivo. Señala que los líderes del sector, como Nvidia y Microsoft, siguen ampliando los límites de la innovación, impulsando avances en informática, software e infraestructura de IA.
Green añade además que la trayectoria de la IA sigue siendo firmemente ascendente, ya que sus aplicaciones continúan creciendo y expandiéndose en todos los sectores. Aconseja que no es el momento de que los inversores pierdan la confianza.
La IA está transformando no sólo los sectores tecnológicos, sino también la sanidad, la logística, la energía y los servicios financieros. Se ha convertido en un motor esencial de la productividad y la eficiencia, lo que la convierte en un componente fundamental de la economía mundial.
El Grupo deVere subraya que los pioneros en los cambios económicos transformadores suelen cosechar las recompensas más importantes. Las oportunidades que ofrece la IA son enormes, y quienes se posicionen estratégicamente ahora podrán beneficiarse de la próxima oleada de crecimiento.
Green concluye afirmando que la IA no es un juego especulativo, sino un cambio estructural en el funcionamiento de las industrias. Sugiere que existen vías claras para que los inversores saquen provecho de esta revolución, y que empresas como Nvidia y Microsoft seguirán siendo actores fundamentales, sobre todo a medida que aumenten sus contribuciones a los ecosistemas de IA.
Por último, Green advierte de que los analistas que descartan la IA por considerarla una historia de ayer se están perdiendo la visión de conjunto. Afirma que la iniciativa de Trump sobre la IA es un recordatorio del inmenso potencial de la inteligencia artificial, y que ahora es el momento de exponerse a este cambio económico decisivo.
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