Las acciones de China Renaissance, un banco de inversión boutique, experimentaron un fuerte descenso, cayendo hasta un 72% hoy, marcando un mínimo histórico al reanudarse la negociación. Las acciones de la empresa habían estado suspendidas desde el 3 de abril de 2023, a raíz de una investigación que implicaba a su entonces presidente y consejero delegado, Bao Fan.
La suspensión, que duró 17 meses, se desencadenó inicialmente por un retraso en la publicación de los resultados financieros del banco correspondientes a 2022. Este retraso se produjo después de que las autoridades chinas solicitaran la cooperación de Bao en una investigación. Desde la suspensión, no se ha visto a Bao en público y, en mayo de 2023, salió a la luz un informe según el cual había sido detenido por funcionarios disciplinarios y de supervisión. No se ha dado ninguna explicación oficial sobre su ausencia.
La desaparición de Bao forma parte de un patrón más amplio de altos ejecutivos del sector financiero chino que desaparecen con una mínima revelación pública, en medio de una campaña anticorrupción encabezada por el presidente Xi Jinping.
En un esfuerzo por seguir adelante, China Renaissance nombró a Xie Yi Jing nuevo presidente y consejero delegado a principios de este año. Posteriormente, el banco publicó la semana pasada sus resultados, muy retrasados, lo que allanó el camino para la reanudación de la cotización.
Según los últimos datos financieros, China Renaissance registró una pérdida atribuible de 471,9 millones de yuanes (66,55 millones de dólares) en el ejercicio 2023 y una pérdida de 73,8 millones de yuanes en el primer semestre del año que finalizó el 30 de junio.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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