En la Conferencia Mundial de Robots celebrada esta semana en Pekín, las empresas chinas han presentado una serie de robots humanoides que ponen de manifiesto la ambición del país de competir con Tesla (NASDAQ:TSLA) en el floreciente campo de los humanoides a batería para las cadenas de montaje de vehículos eléctricos.
La muestra incluía más de dos docenas de humanoides de fabricación china diseñados para realizar tareas en fábricas y almacenes, lo que subraya el afán del país por liderar esta industria emergente.
La estrategia de China refleja el éxito de su expansión en el mercado de vehículos eléctricos, con ayudas públicas, precios agresivos para los nuevos operadores y una cadena de suministro consolidada.
Un analista del Instituto de Investigación LeadLeo, con sede en China, destacó la integración de la cadena de suministro y la capacidad de producción en masa de China como ventajas clave en el sector de los robots humanoides.
Esta iniciativa está en consonancia con la política del Presidente Xi Jinping de cultivar "nuevas fuerzas productivas" en el campo de la tecnología, como se destacó en la conferencia. Tanto Pekín como Shanghái han puesto en marcha importantes fondos estatales para la robótica: Pekín lanzó un fondo de 1.400 millones de dólares en enero y Shanghái desveló un fondo similar de 1.400 millones de dólares en julio para la industria de los humanoides.
Los robots presentados proceden de proveedores nacionales que antes contribuían a la industria de los vehículos eléctricos, incluidos los especializados en baterías y sensores.
Goldman Sachs pronosticó en enero que el mercado mundial de robots humanoides podría alcanzar los 38.000 millones de dólares en 2035, con unos costes de material por robot estimados en unos 150.000 dólares en 2023, sin incluir los gastos de I+D.
La presencia de Tesla en China, en particular desde la apertura de su fábrica de Shanghái en 2019, ha estimulado la competencia local. Los funcionarios chinos han comparado esto con un "efecto bagre", creyendo que la introducción de un jugador importante como Tesla alienta a las empresas nacionales a innovar y mejorar rápidamente.
El Optimus de Tesla, presentado en 2021 y exhibido en la conferencia, ya ha influido en las empresas chinas para que desarrollen sus humanoides avanzados, y Tesla ha insinuado que el año que viene pasará de los prototipos a la producción a pequeña escala.
UBTECH Robotics, una empresa que cotiza en Hong Kong, también está avanzando en la integración de robots en las fábricas de automóviles. Tras empezar con Geely, UBTECH ha anunciado ahora un acuerdo de pruebas con una planta de Audi en China, con vistas a la fabricación en serie el año que viene.
Aunque los robots de UBTECH incorporan chips de Nvidia, más del 90% de sus componentes proceden de China, lo que demuestra la profunda implicación del país en el proceso de producción.
En la actualidad, los robots de producción, que consisten principalmente en brazos industriales a gran escala, los fabrican sobre todo empresas no chinas, como la japonesa Fanuc, la suiza ABB y la alemana Kuka, propiedad del fabricante chino Midea.
A pesar de estos avances, se espera que la producción masiva de robots humanoides comience de forma modesta en comparación con la escala necesaria para transformar la producción de vehículos eléctricos.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.