Por Senad Karaahmetovic
Los analistas de Wells Fargo han reiterado la opinión de la firma de que 2023 traerá una recesión, políticas más agresivas en la Fed y un menor BPA.
Estos factores, así como los crecientes riesgos de cola (por ejemplo, los mercados de crédito líquidos, la limitada posibilidad de un evento Lehman/TARP), podrían eventualmente "catalizar un pico del VIX".
"Busque una asidera de 40. Un VIX > 40 ha coincidido históricamente con un SPX -4% (media de un día) y ha ayudado a desencadenar el "Powell Put". En otras palabras, el entorno tiene que empeorar antes de que un pivote de la política monetaria marque un fondo de renta variable susceptible de compra a largo plazo", escribieron en una nota de cliente.
Los analistas también señalaron que los volúmenes del mercado de un año a otro son un reflejo de 2008.
"La frecuencia de los retrocesos del SPX (~200) y la relación de volúmenes a la baja frente a los volúmenes ATM (~1.3 veces), que es la más baja de las últimas décadas, recuerdan a la de septiembre de 2008. En lugar de una crisis de liquidez o un fallo sistémico, hoy prevemos que el catalizador del VIX sea el endurecimiento monetario que ralentiza la economía, hunde los beneficios, pesa sobre la confianza y estimula la venta en corto", añadieron.
El repunte de la volatilidad se producirá probablemente en el primer semestre del próximo año, retrasado por el aumento de las expectativas de un giro de la Fed. Como resultado, el "Powell Put" puede entrar en juego, pero no en los niveles actuales.
"Los mercados tendrán que experimentar más tensiones antes de que se active la "Powell Put". Creemos que la "Powell Put" es "más baja" ahora frente a la prepandemia debido a la comprometida batalla contra la inflación de la Fed. El riesgo de la renta variable (VIX >40), más que los niveles (-24% en lo que va del año), puede ser un mejor indicador de cuándo la "Powell Put" está ‘in-the-money’", concluyen los analistas.