México, 8 abr (.).- México ha perdido casi 347.000 empleos formales desde el pasado 13 de marzo, cuando empezó en el país la crisis del coronavirus, según informó este miércoles el Gobierno mexicano, al indicar que la mayoría han sido en grandes empresas.
Dos de cada tres bajas laborales (66 %) han ocurrido en empresas con 250 o más empleados, consideradas en México como grandes, informó Luisa María Alcalde, secretaria del Trabajo y Previsión Social (STPS), al precisar que el 25 % del total ocurrieron en compañías con más de un millar de empleados.
Las entidades con mayor pérdida de empleo, añadió Alcalde, son Quintana Roo, Ciudad de México, Nuevo León, Jalisco, Estado de México y Tamaulipas, que en conjunto registran 56 % del total de los despidos, 193.000.
Del total de bajas laborales, unas 149.000 ocurrieron en los primeros seis días de abril, lo que muestra que el fenómeno se agudizó desde que el 30 de marzo se declaró la emergencia sanitaria por coronavirus, que implica suspender actividades no esenciales de todos los sectores.
Sin detallar mecanismos legales, la secretaria pidió a los empresarios reconsiderar con el argumento que no se justifica el despido o la baja de salario de los trabajadores durante la crisis de COVID-19, que ha causado al momento 141 muertos y 2.785 contagios.
"No existe fundamento legal frente a esta emergencia para separar a los trabajadores o para despedirlos y el llamado que hacemos, sobre todo a estas empresas, es a reconsiderar. Consideramos que es un momento fundamental de solidaridad", indicó.
En México, algo más de 20,6 millones de personas estaban afiliadas al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) hasta el 29 de febrero, uno de los principales indicadores para medir el empleo formal en el país.
Ante el panorama, el Gobierno destacó la resistencia de las microempresas y pymes, que suman casi tres cuartas partes del empleo formal y más de la mitad del PIB y reiteró su ofrecimiento de un millón créditos a pequeñas empresas por un total de 25.000 millones de pesos (más de 1.000 millones de dólares), de los que la mitad irían a unidades económicas informales.
Para su distribución, que empieza el 4 de mayo, anunció que habló con Ana Botín, presidenta del banco Santander (MC:SAN); Carlos Hank, presidente de Banorte (MX:GFNORTEO), y Ricardo Salinas, fundador de Banco Azteca, quienes accedieron a participar sin el cobro de comisiones.