Investing.com -- Moderna (BMV:MRNA) (NASDAQ:MRNA) ha registrado unos ingresos mejores de lo previsto en el segundo trimestre, a pesar de la fuerte caída debida al debilitamiento de la demanda de su vacuna COVID-19 tras la pandemia.
Los ingresos totales del grupo biotecnológico estadounidense ascendieron a 344 millones de dólares en los tres meses finalizados el 30 de junio, un 93% menos que los 4,750 millones registrados en el mismo periodo del año anterior. No obstante, la cifra superó las estimaciones de Bloomberg, que la situaban en 321.8 millones de dólares.
Moderna registró una pérdida neta de 3.62 dólares por acción, lastrada por las amortizaciones de existencias y otros gastos, aunque fue inferior a las estimaciones de una pérdida de 4.04 dólares.
Las acciones de Moderna subieron el jueves.
Las ventas de la vacuna COVID-19 de la empresa, que los gobiernos se apresuraron a adquirir en el momento álgido de la emergencia sanitaria, ascendieron a 300 millones de dólares, frente a los 1,800 millones del primer trimestre. Sin embargo, las ventas de vacunas en el primer semestre, de 2,100 millones de dólares, cumplieron las estimaciones de la empresa.
Moderna señaló que ahora espera que las ventas de vacunas COVID-19 en 2023 se sitúen entre 6,000 y 8,000 millones de dólares, gran parte de los cuales procederán de acuerdos de compra anticipada, así como de contratos comerciales firmados y previstos en EE.UU. y otros mercados. La previsión es mejor que la anterior de 5,000 millones de dólares, gracias en parte a la posibilidad de que Estados Unidos compre entre 50 y 100 millones de dosis durante la temporada de otoño.
Al igual que su rival Pfizer (NYSE:PFE), Moderna confía en que la demanda de una inyección actualizada de COVID-19, dirigida contra la variante XBB.1.5 de la enfermedad, ayude a revertir la caída de las ventas.