Petróleos Mexicanos (Pemex) alcanzó su meta de producción petrolera de 2021, aunque después de recortarla al menos tres veces en el año, de acuerdo con las cifras más recientes publicadas por la compañía.
La empresa productiva del Estado, a cargo de Octavio Romero, promedió 1,757 millones de barriles diarios el año pasado, un incremento marginal de 0,05% o 1.000 barriles diarios por encima del objetivo que planteó el directivo en una presentación al cierre de diciembre.
Pemex antes tuvo metas mucho más ambiciosas. En enero de 2021, estimó una producción promedio de 1,944 millones de barriles diarios que mantuvo hasta junio. Un mes después, redujo la meta a 1,801 millones de unidades por día, luego de que registró un ojo de fuego en una plataforma marina por la fuga de gas en un ducto submarino en el Golfo de México.
En agosto, Pemex enfrentó uno de los accidentes más grandes en su historia por una explosión que mató a cinco personas en su activo más importante: el complejo petrolero Ku-Maloob-Zaap en el Golfo de México, el cual significó una pérdida de 1,6 millones de barriles.
Un mes después, la compañía estimó ante la Asociación de Bancos de México (ABM) que produciría un promedio de 1,770 barriles diarios durante 2021.
El promedio de la plataforma petrolera de Pemex incluye la producción que le corresponde por las alianzas contractuales con socios privados y la extracción de condensados de gas natural, conocidos como gasolinas naturales.
Crudo superligero y condensados impulsan producciónEn su comparación anual, la producción del gigante energético subió 3% frente al promedio productivo de 2020 y cerró diciembre con una plataforma de 1,773 millones de barriles.
La producción promedio de crudo ligero aumentó 13% a 532.000 barriles, compensando el descenso del crudo pesado de 3% hasta 1,002 millones, mientras el petróleo superligero se estancó en 153.000 unidades.
Los condensados de gas crecieron 52% hasta 70.000 barriles diarios en promedio, impulsados principalmente por los campos terrestres Quesqui e Ixachi.
La petrolera mexicana concentra el 96% de la producción nacional y las empresas privadas el 4% restante.
El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) estableció como política energética estabilizar y aumentar la producción petrolera de Pemex para llegar a 2,5 millones de barriles al final de su sexenio, con presupuestos anuales de miles de millones de dólares.
Pero la pandemia de Covid-19 y las negociaciones con la OPEP y aliados para estabilizar la demanda mundial disminuyeron sus objetivos iniciales hasta los dos millones para 2024, mientras el presidente dijo que el nuevo objetivo era para administrar el futuro petrolero de las generaciones siguientes.
La meta final del Gobierno mexicano es la autosuficiencia en combustibles, refinando todo el crudo que produce la compañía para acabar con la importación de gasolina, diésel y turbosina.
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