Por Geoffrey Smith
Investing.com - ¿Qué pasa cuando a Tesla (NASDAQ:TSLA) le sale competencia?
Aquellos que esperan que la maltrecha valoración de mercado del fabricante de automóviles eléctricos se vuelva más racional a menudo señalan la aparición de competidores como un posible detonante de una recalificación.
Sin embargo, la considerable ventaja de Tesla como pionero ha respaldado esa hipótesis hasta ahora: incluso en China, el mayor mercado de vehículos eléctricos del mundo, entregó más coches el año pasado que Li Auto, XPeng y Nio (NYSE:NIO) —sus tres rivales chinos en la bolsa de Nueva York— juntos.
Pero hay señales de que su ventaja no va a durar para siempre, especialmente fuera de Estados Unidos, donde el culto a la personalidad de Elon Musk tiene menos influencia en el imaginario colectivo.
Tomemos a Noruega como ejemplo. Sus niveles de ingresos extremadamente elevados y sus enormes subsidios gubernamentales han acelerado la adopción de las nuevas tecnologías. De acuerdo con los datos de registro publicados por la Federación Noruega de Carreteras (OFV) este martes, los vehículos eléctricos con batería representaron más del 54% de todos los coches vendidos, mientras que los híbridos representaron otro 29%. En diciembre, su participación de mercado combinada aumentó a más del 92%.
Así, Noruega ofrece una idea aproximada de cómo será el mercado de automóviles cuando el consumidor medio pueda permitirse un vehículo eléctrico.
Pero el comprador medio de automóviles aquí no parece favorecer a Tesla sobre cualquier otra marca que pueda ofrecer una alternativa decente a mitad de camino: el Model 3 fue el único representante de la compañía que consiguió situarse entre los 20 modelos de automóviles más vendidos el año pasado, y no ocupó más que el séptimo lugar, con 2,081 ventas. En el primer puesto de la lista estaba el Audi (F:NSUG) e-tron, con más de 7,000. El EQC de Mercedes-Benz e incluso el Nissan (T:7201) Leaf lo superaron en ventas. Si bien las estadísticas de la OFV no separan las ventas de vehículos convencionales de las de vehículos eléctricos de VW (DE:VOWG_p) Golf y Hyundai Kona, parecería muy probable que sus versiones eléctricas también superen fácilmente cualquier producto sacado al mercado por Tesla. Las redes de distribuidores establecidas y la imagen de marca siguen siendo claramente importantes.
Antes de que los superfans se enfaden mucho, esto no quiere decir que cualquiera de los anteriores sea objetivamente mejor coche. Lo que sí refleja es que el marketing de Tesla no tiene el mismo efecto en todo el mundo. Casi la mitad de los coches comprados en Noruega son adquiridos por empresas (el 48.7% en 2020, según la OFV), y en toda Europa, casi la mitad de las ventas de automóviles a usuarios particulares se realizan por mujeres. Ninguno de los dos segmentos es tan susceptible al factor tecnológico que impulsa las ventas de Tesla en Estados Unidos, y es difícil imaginar que lo vayan a ser algún día.
Tesla puede argumentar, con razón, que será más competitiva en Europa cuando su planta de Berlín se inaugure a finales de este año. Y no hay razón para pensar que no venderá toda su producción con facilidad, dado el tamaño del mercado y las fuerzas regulatorias que impulsan una adopción más rápida de los vehículos eléctricos.
Pero el modelo noruego sugiere que Tesla no va a acaparar la competencia de la manera que justificaría su valoración. Y, dado el más rápido despliegue de modelos eléctricos por parte de marcas establecidas, el flujo de ingresos que obtiene Tesla de la venta de créditos por emisiones pronto se secará, exponiendo su débil rentabilidad operativa.