Por Brian Winter y Anthony Boadle
SAO PAULO/BRASILIA, 4 mar (Reuters) - La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, buscaba desactivar el miércoles una rebelión en el Congreso de legisladores molestos con sus planes de austeridad presupuestaria y con su manejo del escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras.
Rousseff tenía previsto reunirse con líderes legislativos de su coalición, informó su oficina.
El martes el Senado rechazó un decreto presidencial que habría aumentado los impuestos sobre las nóminas para las empresas, medida con la que se buscaba reducir el creciente déficit presupuestario de Brasil. ID:nL1N0W5324
La maniobra en el Congreso fue una de las señales más evidentes hasta ahora de cómo los daños colaterales del escándalo en Petrobras PETR4.SA amenazan a la agenda económica de Rousseff y podrían además empeorar la recesión que se prevé para este año en Brasil.
Los mercados brasileños andaban agitados en la mañana del miércoles. A las 1450 GMT, el real BRBY se debilitaba un 1,93 por ciento a 2,9853 unidades por dólar, mientras que el índice de acciones Bovespa .BVSP caía un 1,37 por ciento.
La decisión del Congreso "muestra la creciente dificultad para (aplicar) iniciativas que podrían ayudar con los recortes presupuestarios", dijo Alessandra Ribeiro, economista de la consultora Tendencias, con sede en Sao Paulo.
El último revés para Rousseff se originó en dos sucesos casi simultáneos durante la noche del martes.
Primero, el presidente del Senado, Renan Calheiros, miembro formal de la coalición gobernante, rechazó el decreto de austeridad de Rousseff.
Calheiros adujo razones de procedimiento.
Horas después, el principal fiscal de Brasil pidió al Supremo Tribunal Federal que abriera investigaciones sobre 54 personas -la mayoría de los cuales serían políticos-, que presuntamente se beneficiaron de las prácticas de corrupción en Petrobras. ID:nL1N0W60GK
Según la ley brasileña, solo el máximo tribunal puede juzgar casos contra los líderes políticos. Los nombres de la lista no se publicaron.
No obstante, numerosos medios locales afirmaron que Calheiros será uno de los investigados. Folha de S.Paulo dijo, citando a aliados de Calheiros no identificados, que su rechazo al decreto tributario de Rousseff fue una táctica de presión para manifestar al Gobierno su molestia por su inclusión en la lista.
Un portavoz de Calheiros aseguró desconocer si el político está en la lista y no quiso hacer más comentarios.
Políticos y analistas financieros discutían el miércoles sobre el efecto práctico inmediato de la maniobra de Calheiros.
La oficina de Rousseff dijo que su objetivo de ahorro fiscal no se verá afectado y que enviará un nuevo proyecto al Congreso para subir los impuestos sobre las nóminas para las empresas.
Sin embargo, ante la incertidumbre de cuándo el Congreso aprobará la medida, a algunos asesores y analistas les preocupa que el alza del impuesto tome mas tiempo del usual. (Reporte adicional de Alonso Soto y Caroline Stauffer; Editado en español por Carlos Serrano)