(Repetición de nota transmitida la noche anterior. No altera texto)
Por Marcelo Teixeira y Reese Ewing
SAO PAULO, 25 feb (Reuters) - El Gobierno de Brasil dijo en la noche del miércoles a los camioneros y compañías de transporte que extendería un año de financiamiento gratuito para vehículos y que aprobaría una ley que beneficiaría al sector si los manifestantes ponen fin a una huelga que se ha prolongado por ocho días.
Aún no está claro si la oferta satisfará a los huelguistas, cuyas acciones han interrumpido el flujo de los suministros de alimentos y combustibles en 10 de los 26 estados de Brasil.
Las medidas, presentadas por el portavoz de la presidenta Miguel Rossetto, también incluyó la promesa de que el Gobierno permitiría a los camioneros y compañías del sector trabajar en un marco para fijar las tarifas de transporte de carga.
La nueva ley de la que habló Rossetto ayudaría a disminuir los costos que pagan los camioneros en peajes.
Rossetto dijo, sin embargo, que la compañía petrolera estatal Petrobras PETR4.SA no tiene planes de rebajar los precios del diesel durante los próximos seis meses, una de las principales demandas de los huelguistas.
Las ofertas tienen como condición que los camioneros depongan su paralización, agregó.
El operador de carreteras Rota do Oeste, del estado de Mato Grosso, el mayor productor de soja de Brasil y donde comenzó la huelga, dijo que se espera que los camioneros mantengan el bloqueo de los caminos durante la noche.
"El problema es la billetera del camionero: si (el Gobierno) no quiere bajar el precio del diesel, entonces que suba las tarifas de carga", dijo Diumar Bueno, presidente de la asociación de camioneros independientes, que participó en las conversaciones.
Las extendidas protestas se producen en momentos de un derrumbe de la popularidad de la presidenta Dilma Rousseff a mínimos históricos, en medio de la desaceleración de la economía y de un enorme escándalo de corrupción en la compañía estatal Petrobras.
La huelga de camioneros exacerba los problemas económicos de Brasil, al retrasar la entrega de partes y materias primas para las fábricas y al mismo tiempo obligar a los agricultores a paralizar sus cosechas por falta de diesel.
COSECHAS PARALIZADAS
En tanto, la policía se enfrentó con los manifestantes y arrestó a algunos camioneros. Un video publicado en Facebook y en redes sociales locales mostró a la policía en medio de violentos disturbios, lanzando gases lacrimógenos, balas de goma y granadas aturdidoras contra los bloqueos de los camioneros situados en importantes autopistas.
Camioneros independientes y compañías de transportes exigen menores precios para el diesel, cambios en las nuevas regulaciones acerca de las horas inactivas durante largos viajes y mejores condiciones en las carreteras.
La policía federal de autopistas dijo que las protestas se extendieron desde unas pocas localidades en Mato Grosso la semana pasada a un total de 99 bloqueos a lo largo de 10 de los 26 estados de Brasil el miércoles.
En medio de la escasez de diesel en el cinturón productor de soja de Brasil, la cosecha de una producción récord tuvo que ser paralizada en algunas regiones.
"Hay mucha preocupación de algunos compradores (de soja), especialmente de los chinos", dijo un operador local que trabaja para una multinacional de materias primas.
Los futuros de los precios de la soja Sc1 cayeron al final de la sesión del miércoles debido a las expectativas del mercado de que el Gobierno y los camioneros alcancen un acuerdo.
Los productores de lácteos están tirando la leche al drenaje, en tanto, frutas y vegetales se están pudriendo en el sur. Las colas están creciendo afuera de las estaciones de gasolina en las zonas que presentan escasez de carburantes, y los distribuidores han advertido de potenciales déficits de combustible para avión en los grandes aeropuertos.
"La mayoría de nuestras bodegas en los estados de Goiás y Minas (Gerais) fueron afectadas y no está recibiendo soja o maíz", dijo Hugo Okumoto, quien supervisa la entrega de granos para Louis Dreyfus. (Reporte adicional de Asher Levine, Roberto Samora, Gustavo Bonato, Leonardo Goy y Paulo Whitaker; Editado en español por Carlos Serrano y Marion Giraldo)