BUENOS AIRES, 22 nov (Reuters) - Los argentinos votaban el domingo en una inédita segunda vuelta presidencial que decidirá la profundidad y ritmo de cambios a un modelo económico de fuerte intervención estatal herido por la falta de divisas.
Impulsado por el cansancio de muchos argentinos al estilo beligerante del oficialismo de centroizquierda, el opositor Mauricio Macri, un ex empresario de centroderecha que gobierna la capital Buenos Aires, es el favorito para obtener las riendas de la tercera mayor economía de Latinoamérica.
Su contrincante, Daniel Scioli, un peronista que gobierna la provincia de Buenos Aires, intentará dar una sorpresa en las urnas seduciendo a los que quieren un cambio frente a la gestión de la presidenta saliente Cristina Fernández pero temen que Macri aplique viejas recetas económicas neoliberales que traen malos recuerdos a los argentinos.
"Lo voy a votar a Macri. Scioli no sólo es la continuidad de este Gobierno, sino que como gobernador de la provincia fue un desastre", señaló Augusto Bonifacio, un estudiante universitario de 20 años de la ciudad de La Plata.
Quien sea que se consagre tendrá que reactivar una economía estancada por la escasez de inversiones, controlar una alta inflación y reducir los niveles de inseguridad a partir del 10 de diciembre.
Aunque los dos candidatos dicen tener muchas diferencias ideológicas, sus propuestas económicas no son tan distintas: los expertos creen que el país girará hacia políticas económicas más amigables con los mercados tras 12 años de fuerte intervención estatal, controles cambiarios y restricciones comerciales.
Con su propuesta de renovación de la política y combate a la corrupción, Macri, un ingeniero de 56 años, consiguió un amplio apoyo de los votantes pese a carecer de una gran estructura partidaria. En la primera ronda de octubre, sorprendió a propios y ajenos al quedar solo tres puntos detrás del entonces claro favorito, Scioli, un ex campeón de motonáutica de 58 años.
Aunque originalmente proponía la apertura irrestricta de los mercados y austeridad fiscal, Macri tuvo que prometer que mantendrá los subsidios a la pobreza y la gestión estatal de la petrolera YPF (BA:YPFD), entre otras medidas, ante el apoyo que tienen algunas políticas de la centroizquierda gobernante.
Scioli, un ex empresario más conservador que la presidenta Fernández, asegura que mantendrá los logros sociales del Gobierno pero aplicará cambios graduales sobre la economía, que incluyen la flexibilización de un estricto control de cambios y de los controles a las exportaciones.
"Voto a Scioli porque, más allá de esperar cierta continuidad de este modelo, me parece un gran retroceso desde el punto de vista social que un Gobierno de derecha llegue a este país después de tantos logros que se han conseguido", explicó José Ignacio Echeverría, un dibujante de 41 años que vive en la ciudad de Buenos Aires.
Los dos candidatos coinciden en que reducirán un cuestionado impuesto que grava los salarios altos y medios y la tasa a las exportaciones agrícolas, las principales fuentes de divisas del país.
Como consecuencia de una fuerte baja de los precios de las materias primas que exporta, la economía de Argentina está estancada desde hace años después de una década de fuerte crecimiento impulsado por las ventas de granos como la soja y por un robusto mercado interno.
Las escuelas en las que se vota cerrarán a las 18.00 hora local (2100 GMT), y se espera que los primeros resultados del escrutinio provisional estén disponibles a partir de las 19.30 horas. Bocas de urna privados podrían ser difundidos al cierre de las mesas. (Reporte de Nicolás Misculin, con la colaboración de Walter Bianchi y Juliana Castilla. Editado por Pablo Garibian)