Southwest Airlines se dispone a presentar hoy una estrategia global destinada a reactivar su rentabilidad hasta niveles anteriores a la pandemia. La aerolínea con sede en Dallas, conocida por sus operaciones rentables, está respondiendo a la creciente presión del inversor activista Elliott Investment Management, que está presionando para que se lleve a cabo una revisión de la gestión.
La aerolínea ha sufrido una serie de contratiempos, como retrasos en las entregas de aviones de Boeing, un exceso de oferta en el mercado aéreo nacional y cambios en las pautas de viaje tras la pandemia, todo lo cual ha repercutido negativamente en sus beneficios. Como resultado, el volumen de pasajeros de Southwest sigue por debajo de las cifras anteriores a la pandemia, y sus acciones han caído aproximadamente un 40% en los últimos tres años.
Además, la empresa ha revisado a la baja sus perspectivas financieras en múltiples ocasiones en los últimos 20 meses, a pesar del aumento de la demanda de viajes. Los analistas prevén un importante descenso de los beneficios en 2024, con expectativas de una caída del 83% respecto al año anterior.
En la reunión de inversores de hoy en Dallas, la primera pública desde 2022, los interesados esperan un plan y un calendario creíbles para recuperar la rentabilidad a largo plazo.
Elliott Investment Management ha sido muy crítica con el actual consejero delegado, Bob Jordan, y el consejo de administración, atribuyendo a su liderazgo los malos resultados de la aerolínea. La firma de inversión pretende convocar una junta especial de accionistas ya la semana que viene para iniciar cambios en la dirección de la empresa.
A pesar de estos retos, Southwest ha expresado su confianza en la capacidad de Jordan para liderar una transformación sustancial de las operaciones comerciales de la aerolínea y mejorar los resultados financieros.
La estrategia propuesta incluye la introducción de asientos asignados y asientos con espacio extra para las piernas con el fin de atraer a clientes premium, así como el inicio de vuelos nocturnos.
Sin embargo, los detalles sobre el posible aumento de ingresos derivado de estos cambios aún están pendientes, y el calendario para la introducción de los asientos con espacio extra para las piernas está supeditado a la aprobación de la Administración Federal de Aviación (FAA).
Southwest también está reevaluando su red para adaptarse mejor a los cambios en las pautas de los viajes de negocios tras la pandemia. Esta reevaluación ha dado lugar a una reducción de los vuelos con origen y destino en Atlanta y a la reubicación de cientos de empleados el miércoles. Los analistas sugieren que son necesarias más reducciones de vuelos para hacer frente al exceso de oferta de plazas que está suprimiendo las tarifas aéreas.
La dependencia de Boeing ha agravado las dificultades de la aerolínea, ya que sólo se prevé la entrega de 20 aviones este año, una fracción de las previsiones iniciales. Esto ha provocado un exceso de personal y el aplazamiento de la jubilación de los aviones más antiguos, menos eficientes en consumo de combustible, lo que ha incrementado los costes operativos.
Además, los retrasos en la certificación de los MAX 7 de Boeing por parte de la FAA han obligado a Southwest a utilizar los MAX 8, más grandes y menos adecuados para algunos de sus mercados.
La combinación de estos factores ha llevado a un aumento en los niveles de personal, y los analistas de Raymond James observaron un aumento en los empleados a tiempo completo por avión de 78 en 2018 a 92 el año pasado.
Southwest se enfrenta ahora a la tarea crítica de implementar su nueva estrategia de manera efectiva para navegar por las desafiantes circunstancias que enfrenta en la industria de la aviación.
Reuters contribuyó a este artículo.
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