Por Anthony Boadle
BRASILIA, 6 oct (Reuters) - El "giro" a la derecha en las últimas elecciones municipales de Brasil debería ayudar al presidente Michel Temer a promulgar una serie de leyes impopulares que buscan limitar el gasto público y evitar una crisis presupuestaria, tras 13 años de derroche de gobiernos izquierdistas.
El principal socio de la coalición que sostiene a Temer, el derechista Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB), se erigió como el ganador de las elecciones celebradas el domingo. Su resurgimiento quedó simbolizado por el triunfo del empresario de medios Joao Doria, electo alcalde de Sao Paulo.
Hombre ajeno a la política y partidario de las privatizaciones y el ajuste fiscal, Doria arrebató el control de la mayor ciudad de Brasil al Partido de los Trabajadores (PT (OTC:PTGCY)), al que los votantes castigaron por su papel en un gigantesco escándalo de corrupción con centro en Petrobras (NYSE:PBR).
Si a eso se le suma el sólido desempeño nacional del propio partido de Temer, el Partido Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), el Gobierno reforzó su posición para superar la resistencia de la izquierda en el Congreso y en las calles brasileñas, según coinciden analistas y políticos.
La principal reforma que impulsa Temer, una enmienda constitucional que por 20 años limitaría el gasto público a la inflación, enfrentará la primera de cuatro votaciones en el Congreso la próxima semana. El PT ha prometido bloquear esa medida.
Las elecciones del domingo asestaron una dura derrota al PT, que perdió más de la mitad de las alcaldías y quedó en una posición mucho más débil para organizar protestas populares y hacer campaña para las próximas elecciones legislativas.
"El PT cosechó lo que sembró", dijo el legislador Rubens Bueno, líder del Partido Socialista Popular en la Cámara Baja. "Los votantes expresaron que quieren un país organizado sin corrupción ni mala administración. Quieren disciplina fiscal", señaló.
El PSDB, en cambio, celebró los resultados como un respaldo a su plataforma de un gobierno más austero, la privatización de empresas estatales, y la transparencia y mejor admiminstración de las cuentas públicas.
"El país está exigiendo austeridad fiscal, una conducta política ejemplar, y habilidades administrativas en el gobierno", indicó el senador Paulo Bauer, líder del PSDB en el Senado.
Bauer remarcó que su partido apoyará completamente las reformas propuestas por Temer y se opondrá a cualquier intento por moderarlas.
Temer ha prometido acometer una amplia agenda de reformas en 2017 que incluye la revisión del sistema de jubilación, la principal causa de un déficit que ha crecido al 10 por ciento del PIB el año pasado. El presidente busca fijar una edad mínima de retiro.
También ha comenzado el debate sobre reformas vitales para reducir la proliferación de partidos políticos -28 en el Congreso y 35 registrados en el país-, algo que hace que Brasil sea tan difícil de gobernar y que para muchos es una de las principales causas de la corrupción, ya que exige arreglos y la formación de amplias coaliciones en el Congreso. (Reporte de Anthony Boadle; editado en español por Hernán García)