El lunes, UBS revisó sus previsiones para el tipo de cambio EUR/USD, citando la falta de fortaleza del dólar estadounidense a pesar de las expectativas de que ciertos acontecimientos políticos lo reforzarían. Contrariamente a estas expectativas, los precios del oro y del bitcoin han experimentado un repunte más que el billete verde. La revisión de UBS refleja una compleja interacción de factores, entre los que se incluyen los recientes datos económicos débiles de EE.UU. y la disminución de los rendimientos del Tesoro, que no han apoyado al dólar como se preveía.El banco ha ajustado sus previsiones para finales del tercer trimestre y finales de 2024 para el par EUR/USD hasta 1,08, frente a la anterior predicción de 1,05. Este cambio se produce en medio de la especulación del mercado de que la Reserva Federal podría considerar un recorte de tipos de 50 puntos básicos en 2024, con discusiones sobre reducciones de tipos que podrían comenzar ya en septiembre. Estas expectativas se han convertido en una influencia más dominante en las valoraciones de las divisas que las posibles políticas relacionadas con el dólar de la administración Trump en caso de que gane las próximas elecciones.El pronóstico revisado de UBS se alinea con su nueva perspectiva sobre la política monetaria de la Reserva Federal, que ahora incluye la posibilidad de dos recortes de tasas en 2024. Mientras tanto, el Banco Central Europeo (BCE) ha mantenido una postura prudente sobre futuros recortes de tipos. Si bien estos acontecimientos debilitan los argumentos a favor de que el euro alcance nuevos mínimos en 2024, UBS aún prevé una modesta caída del valor del euro, teniendo en cuenta la posibilidad de que los indicadores de crecimiento económico se suavicen en economías significativas como Francia. La previsión actualizada del EUR/USD tiene en cuenta el panorama económico y político más amplio, que ha demostrado que los mercados de divisas pueden reaccionar de forma inesperada a las señales políticas y económicas. El cambio en las perspectivas de UBS pone de relieve la complejidad de predecir los movimientos de las divisas en un entorno financiero mundial fluctuante.
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