(Actualiza con declaraciones líder guerrillero, de presidente colombiano y detalles)
BOGOTÁ, 22 may (Reuters) - La guerrilla de las FARC suspendió el viernes su cese unilateral del fuego después de un bombardeo letal de las fuerzas armadas de Colombia, pero dijo que no abandonará las negociaciones de paz con el Gobierno para poner fin a un viejo conflicto.
Con el ataque aéreo en una zona selvática del suroeste del país, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) perdieron 26 efectivos, uno de sus peores golpes desde que comenzaron los diálogos de paz a finales de 2012.
"No estaba en nuestra perspectiva la suspensión de la determinación del cese al fuego unilateral e indefinido (...)pero la incoherencia del Gobierno (del presidente Juan Manuel) Santos lo ha logrado, luego de 5 meses de ofensivas terrestres y aéreas contra nuestras estructuras en todo el país", dijeron las FARC en un comunicado.
A pesar de que están sentados a la mesa de negociaciones en La Habana para superar cinco décadas de conflicto que han dejado más de 200.000 muertos y millones de desplazados, los dos bandos se siguen enfrentando en las montañas y selvas de Colombia.
Aunque los diálogos han sufrido altibajos, han logrado más avances que todos los intentos previos de cerrar la herida abierta en Colombia que supone el conflicto. Y las FARC no tienen pensado levantarse de la mesa.
"Los diálogos de paz van a continuar, no se detienen por estos hechos", dijo a Reuters en La Habana el líder guerrillero Pablo Catatumbo, integrante del equipo negociador de las FARC.
Pero el viernes la guerrilla y el Gobierno decidieron suspender una rueda de prensa prevista para dar a conocer los avances de un acuerdo de desminado.
"Hay un ambiente tenso que ha empañado en estos días las negociaciones", dijo Catatumbo.
PARAR LA ESPIRAL DE VIOLENCIA
Santos ha dicho en varias ocasiones que la paciencia de los colombianos con el proceso de negociación tiene un límite.
Y poco antes de que las FARC anunciaran la suspensión de la tregua, defendió el ataque de sus fuerzas armadas asegurando que esas fueron las reglas del juego que establecieron y pidió a la guerrilla acelerar las negociaciones.
"Ya la guerrilla estará pensando en acciones de represalia", dijo Santos en una declaración desde la sede de la Presidencia acompañado de la cúpula militar.
"Es justamente esa espiral de violencia, odio, venganza y represalia a que nos ha conducido 50 años de guerra, el que tenemos que parar, parar y transformar en una espiral de perdón y reconciliación", agregó.
El ataque contra las FARC, que se calcula que cuenta con unos 8.000 combatientes, ocurrió un mes después de que los rebeldes mataran a 11 militares en una región montañosa del país. Después de este hecho, Santos reanudó los bombardeos contra los campamentos de las FARC que había suspendido en marzo para distender el clima de las negociaciones.
"Es hora de acelerar las negociaciones, ¿cuántos muertos más necesitamos para entender que ha llegado la hora de la paz?", concluyó Santos.