(Actualiza con reacción del Gobierno chileno)
LIMA, 7 mar (Reuters) - Perú retiró a su embajador en Chile como protesta tras acusar al vecino país de espionaje militar y reafirmó la urgencia de recibir del Gobierno de Santiago los resultados de una investigación sobre el caso, informó el sábado la cancillería.
El presidente Ollanta Humala afirmó días atrás que tenía pruebas del espionaje y que preparaba una respuesta "enérgica" en torno al tema, alegando que las primeras explicaciones de Chile no complacieron al Gobierno de Lima.
"En tanto no se den las satisfacciones del caso, se procederá al retiro del Embajador del Perú en Santiago de Chile", dijo en un comunicado la cancillería peruana.
Ante la medida adoptada por Lima, el gobierno chileno dijo que respetaba la decisión del vecino país.
"Esta es una materia que le compete exclusivamente al Perú. Es una decisión soberana del Perú. De modo que no vamos a comentar las decisiones soberanas de otros países, como tampoco aceptamos que comenten otros las decisiones soberanas que pueda adoptar nuestro país", dijo el canciller, Heraldo Muñoz.
"Hemos recibido una nueva nota diplomática y la vamos a responder como corresponde, por los canales diplomáticos", agregó tras participar en una reunión de trabajo con la presidenta Michelle Bachelet en la costera ciudad de Viña del Mar.
El nuevo roce diplomático escaló hace dos semanas, cuando el Gobierno de Humala envió una nota de protesta a Chile por la situación y llamó a consultas a su embajador en Santiago, Fernando Rojas, situación que ha puesto a prueba las relaciones de ambos países.
Luego, el Gobierno de Chile también llamó a su embajador en Lima y su cancillería ha dicho que no promueve ni acepta acciones de espionaje en otros países ni en su territorio.
"Se reafirma la urgencia de recibir una pronta respuesta que contenga los resultados de la investigación interna que se está llevando a cabo en Chile, así como las seguridades que no se habrán de repetir actos de espionaje", afirmó la cancillería peruana.
Perú detuvo a tres suboficiales de la Marina de Guerra bajo acusaciones de haber enviado información reservada a miembros de las Fuerzas Armadas chilenas entre 2005 y 2012.
Dos de los suboficiales peruanos han sido acusados de traición a la patria en tiempos de paz. Otro es acusado sólo de desobediencia, según la justicia militar de Perú.
De acuerdo con fuentes locales, los marinos habrían hecho varios viajes a Chile y también a Argentina, Brasil y Bolivia, donde supuestamente se habrían reunido con militares chilenos.
No es la primera vez que Lima y Santiago enfrentan denuncias de espionaje. En el 2009, un suboficial de la Fuerza Aérea de Perú fue acusado de vender información clasificada a Chile y en el 2010 fue sentenciado a 35 años de prisión.
El nuevo caso de espionaje militar estalló casi un año después de que la Corte Internacional de Justicia de La Haya resolviera un viejo diferendo entre ambos países por sus límites marítimos, tras décadas de altibajos en sus relaciones.
A pesar de todo, ese diferendo y anteriores denuncias de espionaje no han afectado las relaciones comerciales entre ambos países, que se traducen principalmente en inversiones en sectores de telecomunicaciones, banca y el negocio minorista.
(Reporte de Marco Aquino en Lima y contribución de Antonio de la Jara en Santiago)