RÍO DE JANEIRO, 11 nov (Reuters) - Jorge Roriz, de 65 años, solía crear el mágico mundo del Carnaval de Río de Janeiro con sus coloridos trajes y fantásticas carrozas.
Ahora, en medio de la pandemia de coronavirus, está usando su arte para hacer mascarillas que no intentan disfrazar ni acentuar nada sino ser lo más reales posibles.
Roriz pinta mascarillas faciales que son tan precisas que resultan asombrosas. Mientras habla con su mascarilla puesta, su boca, con la de un ventrílocuo, parece no moverse.
"Uso esta mascarilla para no perder mi identidad", dijo Roriz.
El artista pinta la parte inferior del rostro de la persona sobre una mascarilla blanca, dedicándole tiempo a los detalles como el tono de la piel y los labios.
Las mascarillas se han vuelto populares entre las personas que no quieren esconder su cara durante la pandemia pero que desean protegerse contra el virus.
"Es vital que la gente se cuide, es bueno que la gente use mascarillas", dijo. "Tuve una reacción realmente positiva, la gente se ríe. Algo que estaba destinado a ser triste se convirtió en algo que trae alegría", concluyó.
(Reporte de Sebastian Rocandio. Escrito por Stephen Eisenhammer. Editado en español por Lucila Sigal)