Por Sarah Marsh y Nelson Acosta
LA HABANA, 8 nov (Reuters) - Los cubanos celebraron con aplausos y vítores en La Habana luego de que principales medios estadounidenses decretaron a Joseph Biden ganador en las elecciones de Estados Unidos, con la expectativa de que un nuevo presidente demócrata busque mejorar los muy deteriorados vínculos entre Estados Unidos y Cuba.
Muchos cubanos no esperan que Biden levante el embargo comercial de Estados Unidos sobre la isla de más de seis décadas o que las relaciones bilaterales regresen a los días de distensión del expresidente demócrata Barack Obama.
Sin embargo, tienen esperanza que Biden, quien fue vicepresidente de Obama, al menos alivie algunas de las sanciones que impuso el presidente Donald Trump durante su mandato que han perjudicado a una economía estatal ineficiente y con problemas de liquidez, lo que agrava la escasez incluso de productos básicos.
"Estoy tremendamente feliz con esta noticia", dijo Miriam Corrales, de 68 años, una economista jubilada, quien aplaudió tras ser anunciada la elección en la televisión estatal cubana el sábado.
"Biden me da la impresión de que hará todo lo posible para flexibilizar las sanciones", añadió.
La administración Trump deshizo gran parte de la distensión emprendida por Obama y retomó una política estadounidense de décadas para intentar asfixiar la economía del estado unipartidista y forzar una reforma democrática.
"Trump ha querido enterrarnos vivos", dijo la maestra Mercedes Rodríguez, de 43 años, cuyo sustento como el de muchos cubanos se vio directamente afectado por las medidas de Trump.
La hermana de Rodríguez en Estados Unidos le envía dinero a través de las remesas cada dos meses para ayudarla a sobrevivir dado su bajo salario. Pero 10 días antes de las elecciones, la administración Trump anunció medidas que probablemente terminarán con las remesas a Cuba. Ahora espera que Biden las revoque.
Biden ha prometido revertir rápidamente las políticas de Trump que "han infligido daño al pueblo cubano y no han hecho nada para promover la democracia y los derechos humanos".
Analistas políticos estadounidenses dicen que aliviar las restricciones a los viajes y las remesas por orden ejecutiva sería el paso más fácil y menos controvertido que podría anunciar Biden.
Estas restricciones afectan directamente los medios de vida de muchos cubanos. Norma Hernández, por ejemplo, dijo que las reservas en su apartamento para alojamiento y desayuno cayeron un 80 por ciento bajo la administración Trump.
"Biden no será la solución a nuestros problemas, pero al menos un alivio para nuestros bolsillos", señaló.
Benjamin Gedan, exfuncionario del Consejo de Seguridad Nacional bajo Obama y ahora académico en el Wilson Center, dijo que esperaba "un retorno a la creencia de que el compromiso económico da más autonomía a los cubanos y comienza un proceso más largo de potencial apertura política".
Las remesas y los viajes de los cubanos a Estados Unidos, por ejemplo, fomentaron la expansión del incipiente sector privado de Cuba bajo Obama, dando a los ciudadanos capital inicial y una clientela generosa.
Es probable que Cuba no esté en la cima de la agenda de Biden, y, además, es posible que no quiera arriesgar capital político levantando las sanciones a los envíos de petróleo venezolano.
Tampoco está claro si volvería a dotar de personal a la embajada estadounidense, que el gobierno de Trump redujo a una dotación bajísima tras una serie de enfermedades misteriosas entre sus diplomáticos en La Habana que siguen sin explicación.
Independientemente de los pasos que tomaría Biden para mejorar las relaciones es importante que el gobierno cubano los corresponda, según algunos partidarios de estrechar los nexos entre ambas naciones.
"Es la única manera de hacer que las relaciones sean resistentes frente a las tensiones de la polarización política en Estados Unidos", dijo Ricardo Herrero, director ejecutivo del Grupo de Estudio de Cuba, una organización de exiliados de Miami.
(Reporte de Nelson Acosta y Sarah Marsh, editado en español por Gabriela Donoso)