La diputada del PRI Guadalupe Barrón Hernández solicitó al Instituto de Planeación Democrática y Prospectiva (IPDP) de la Ciudad de México un estudio exhaustivo sobre la gentrificación en la capital, destacando su impacto no solo en la vivienda, sino también en los comercios locales.
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La gentifricación es el proceso de renovación de una zona urbana, generalmente popular o deteriorada, que implica el desplazamiento de su población original por parte de otra de un mayor poder adquisitivo.
En un Punto de Acuerdo presentado a la Comisión Permanente del Congreso de la Ciudad de México, Barrón Hernández pidió al IPDP investigar los efectos de la gentrificación en colonias como la Condesa, Roma y el Centro Histórico.
El estudio debería incluir datos sobre el desplazamiento de residentes, cambios en el costo de vida, y las fluctuaciones en los precios de alquiler y venta de inmuebles. Además, se busca analizar cómo la gentrificación afecta la composición demográfica y cultural de estas áreas, así como los impactos en los comercios y servicios locales.
La diputada explicó que la gentrificación es un fenómeno que ocurre cuando barrios se transforman en zonas de mayor atractivo para personas de ingresos más altos, lo que eleva los costos de la vivienda y puede desplazar a los residentes originales.
Este proceso ha sido notable en la Condesa y Roma, donde el aumento en los precios ha hecho que muchas viviendas sean inasequibles para los habitantes de larga data.
Barrón Hernández también destacó otro aspecto de la gentrificación que involucra la entrada de comerciantes extranjeros, como el caso de un aumento de tiendas chinas en el Centro Histórico.
Este fenómeno ha resultado en el desplazamiento de comerciantes locales que no pueden competir con los precios bajos ofrecidos por los nuevos establecimientos. Los negocios tradicionales han cerrado, y los comerciantes locales han pedido apoyo gubernamental para proteger sus fuentes de ingreso.
La legisladora enfatizó la necesidad de que el IPDP juegue un papel clave en la mitigación de los efectos negativos de la gentrificación. Esto incluiría la promoción de políticas que protejan a las comunidades vulnerables, fomenten la vivienda asequible y controlen los alquileres. Además, se requieren estrategias de desarrollo urbano que equilibren el crecimiento económico con la preservación del tejido social y cultural de las colonias afectadas.
El Punto de Acuerdo fue remitido a la Comisión para la Planeación del Desarrollo para su análisis y dictaminación.