El magistrado Yaopol Pérez Amaya Jiménez, del Poder Judicial de la Ciudad de México (PJCDMX), destacó que el principio de oralidad establecido en el Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares (CNPCyF) tiene como objetivo fundamental que los justiciables comprendan de manera clara por qué ganaron o perdieron un juicio. Según se explicó, esta medida fortalece la credibilidad de la justicia y, con ello, legitima la autoridad jurisdiccional en el Estado mexicano.
Durante su intervención, Pérez Amaya señaló que, históricamente, las sentencias judiciales se caracterizaban por su lenguaje técnico, comprensible únicamente para los abogados.
Esta situación fomentaba la desconfianza hacia el sistema judicial, ya que los litigantes dependían de las explicaciones subjetivas de sus abogados.
“El abogado, obviamente, le iba a platicar a su cliente lo que le convenía, y lo más seguro es que si perdía culpaba al juez; y el que ganó dijo: ‘es porque soy muy bueno’”, comentó el magistrado.
Con la implementación de la oralidad, los jueces podrán justificar sus decisiones en términos lógicos y accesibles, alejándose de los tecnicismos jurídicos. Esto permitirá a las partes comprender las razones detrás de las resoluciones judiciales, desde casos de guarda y custodia hasta disputas sobre bienes inmuebles o pensiones alimenticias.
El magistrado subrayó que esta transformación busca consolidar la legitimación del sistema judicial al generar mayor confianza en la figura del juez. “Si no hay credibilidad, no hay legitimación. Si tú no crees en algo, no hay razón para respetar esa figura”, enfatizó.
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Además, explicó que las audiencias en las salas de oralidad difieren radicalmente de las del proceso escrito, pues eliminan barreras comunicativas y se enfocan en brindar claridad y equidad en las decisiones judiciales.