Por Amedee Mwarabu
KINSHASA, 21 ene (Reuters) - Las fuerzas de seguridad de la República Democrática del Congo mataron al menos a seis personas y lanzaron gases lacrimógenos para dispersar una protesta prohibida organizada por la Iglesia Católica contra el presidente Joseph Kabila el domingo, dijo la misión de paz de Naciones Unidas en el país africano.
La negativa de Kabila a dejar el cargo al final de su mandato en diciembre de 2016 provocó una serie de protestas callejeras, en las que han muerto varias personas en las calles de Kinshasa. También reactivó a algunos grupos armados rebeldes en varias partes del país.
El Papa Francisco pidió el domingo desde Perú a las autoridades congoleñas que pongan su máximo empeño para evitar la violencia en el país, donde enfrentamientos entre fuerzas gubernamentales y activistas católicos han dejado varios muertos en las últimas semanas. testigo de Reuters vio a policías y tropas paramilitares disparando gases lacrimógenos al aire a las afueras de la Catedral de Notre Dame en la capital Kinshasa.
Florence Marchal, portavoz de la misión de paz de la ONU en el país (MONUSCO), dijo que hubo 57 heridos y decenas de arrestos en todo el territorio. Además de Kinshasa, hubo protestas en la ciudad central de Mbuji-Mayi, famosa por la minería de diamantes, y en las localidades orientales de Goma, Lubumbashi y otras partes.
La inestabilidad ha aumentado el temor a que la República Democrática del Congo, un vasto país repleto de riquezas minerales, pueda volver a sumirse en las guerras que acabaron con la vida de millones de personas en los años 90, en su mayoría de hambre y enfermedades.
"Hoy marché por una razón simple: quiero criar a mis hijos en un país que respeta los derechos humanos", dijo a Reuters Pascal Kabeya, un operador de mercados de 40 años, durante una reunión de varios cientos de personas en un suburbio de Kinshasa. "Kabila ya terminó sus dos mandatos. Debería irse ahora y dar una oportunidad a alguien más".
Alrededor del 40 por ciento de la población congoleña es católica y la Iglesia, que ha mediado en la disputa con Kabila, goza de cierta credibilidad entre el público, a pesar de que sus líderes no han respaldado formalmente las protestas.
(Escrito por Tim Cocks; editado en español por Carlos Serrano)