Por Ted Hesson y Mica Rosenberg
WASHINGTON, 21 ene (Reuters) - Fue una audaz salva inaugural de la Administración entrante del nuevo presidente estadounidense Joe Biden: un proyecto de ley de inmigración que abriría un camino a la ciudadanía para aproximadamente 11 millones de personas que viven en el país de forma ilegal. Pero incluso el senador demócrata que lidera el proyecto reconoció el jueves que aprobarlo será "una tarea hercúlea".
El senador Robert Menéndez, que lleva mucho tiempo defendiendo los derechos de los inmigrantes, dijo en una videollamada con grupos empresariales, sindicatos y defensores de los inmigrantes que tendrán que convencer a una amplia franja de estadounidenses para que apoyen la medida, mientras que aliados del sector empresarial de EEUU tendrán que presionar con "todo lo que tienen".
Biden ha convertido el proyecto de ley de reforma migratoria en la pieza central de sus esfuerzos por revertir el legado de línea dura en la materia del expresidente Donald Trump. El nuevo mandatario ha remarcado su voluntad de gastar un importante capital político en una cuestión prioritaria para empresas, sindicatos, grupos religiosos y activistas.
Además de las medidas de legalización para los inmigrantes que reúnan los requisitos, el proyecto de ley propuesto permitiría a ciertas personas que fueron deportadas durante el mandato de Trump solicitar el regreso para reunirse con sus familias o por otras razones humanitarias. La propuesta también aumenta el número de visados de trabajo legales disponibles. embargo, Biden, que asumió el cargo el miércoles, se enfrentará a grandes dificultades a la hora de ganarse a suficientes republicanos en un Congreso estrechamente dividido para aprobar el proyecto de ley, dijeron a Reuters ayudantes del Congreso, expertos y defensores de los derechos de los migrantes.
El Gobierno de Biden dio a conocer un resumen del proyecto de ley el miércoles, pero el texto completo, que se espera que tenga cientos de páginas, no se ha hecho público.