Por Lizbeth Diaz y Daina Beth Solomon
CIUDAD DE MÉXICO, 19 ene (Reuters) - A miles de kilómetros de casa, del otro lado del polémico muro fronterizo entre México y Estados Unidos, Alma Martínez votará por primera vez para elegir al próximo presidente mexicano, en una elección en la que su sufragio y el de cientos de miles de compatriotas en el exterior podrían ser decisivos.
México celebrará en julio las elecciones con el mayor padrón de su historia: siete veces más mexicanos en Estados Unidos han recibido su credencial para votar tras un cambio en las reglas electorales que les permitió inscribirse por primera vez en los consulados sin tener que volver a México para hacerlo.
Muchos, como Martínez, votarán por primera vez porque al ser indocumentados en Estados Unidos preferían no tomar el riesgo de volver a su país para obtener una credencial de elector.
"Podrían potencialmente decidir las elecciones", dijo David Ayon, investigador de la Universidad Loyola Marymount en Los Ángeles.
Martínez, nacida en la fronteriza ciudad de Tijuana y que vive en Estados Unidos desde hace dos décadas, dijo que se sentía particularmente motivada debido a la incertidumbre que infundió a los inmigrantes el presidente estadounidense Donald Trump, quien insiste en ampliar el muro entre ambas naciones.
"Las cosas no se han vuelto feas con Trump todavía, pero nunca se sabe si serás deportado", dijo la mujer de 39 años. "Siempre vives con una parte de tu corazón en México".
El Instituto Nacional Electoral (INE) mexicano dijo que cerca de una tercera parte de las 441,199 personas que recibieron su credencial las ha activado, y hay otros 24,605 trámites por procesar, según un corte hecho a principios de año. La fecha límite para el registro vencerá el 31 de marzo.
En una carrera presidencial ajustada, esos votos podrían ser cruciales, coincidieron varios expertos.
APRETADA CARRERA
Basta recordar la elección del 2006, cuando el expresidente Felipe Calderón ganó por unos 244,000 votos, o menos de un punto porcentual, en los primeros comicios en los que los mexicanos pudieron votar fuera del país.
En esa contienda, el INE registró 61,370 votantes en el extranjero, y en la del 2012 unos 59,115. Aproximadamente dos tercios de esos votantes acaban sufragando en cada contienda.
La carrera electoral de este año ya empezó a subir de temperatura con varios escándalos de corrupción que afectan al oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI), que ha gobernado durante la mayor parte de las últimas nueve décadas.
"Es muy temprano para decir qué porcentaje de ellos votará, pero en una elección apretada, estos votos podrían marcar la diferencia", dijo Benito Nacif, funcionario del INE.
En las últimas dos elecciones, los votantes en Estados Unidos enviaron un mensaje claro: votaron, pero no por el PRI del presidente Enrique Peña Nieto. Expertos creen que esta tendencia se podría repetir en 2018.
"El voto es anti PRI, esa es la experiencia, en las dos elecciones presidenciales anteriores (2006-2012) quedó en tercer lugar (en el voto en el exterior), creo que en esta ocasión será igual", dijo a Reuters Víctor Espinoza, estudioso en temas electorales del Colegio de la Frontera Norte (COLEF).
El líder del Movimiento Nacional de Regeneración (MORENA), el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, favorito para ganar las elecciones en la mayoría de las encuestas, atrajo multitudes en las principales ciudades de Estados Unidos el año pasado en lo que llamó una gira para apoyar a los compatriotas migrantes.
CAMPAÑAS DESDE CASA
Los partidos políticos mexicanos no han hecho mucho ruido en Estados Unidos, incapaces de hacer campaña en el extranjero bajo las reglas del INE, aunque las noticias y las redes sociales atraviesan las fronteras.
Algunos políticos mexicanos reconocen la creciente influencia de los votantes lejos de casa.
"Los mexicanos en los Estados Unidos en esta elección podrían influir directamente en el resultado", dijo Enrique Alfaro, un exalcalde de Guadalajara candidato puntero a gobernador en el estado de Jalisco, según encuestas locales.
"Veo un espíritu importante en la comunidad de Jalisco en varias ciudades de Estados Unidos", dijo a Reuters.
Andrew Selee, presidente del Migration Policy Institute en Washington, dijo que el impacto de la diáspora en Estados Unidos podría ser mayor en futuras elecciones.
"En algún momento habrá un candidato que quiera aprovechar la votación en el extranjero, y eso cambiará las cosas", dijo.
Joaquín Cervantes, un trabajador de campo en California, dijo que planea votar por López Obrador y que incluso quienes no están seguros de a quién apoyar no quieren que el gane el PRI.
"Todos sabemos que es la parte más corrupta. Necesitamos un cambio", dijo. (Reporte adicional de Noé Torres. Editado por Pablo Garibian)