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CIUDAD DE MÉXICO, 23 ene (Reuters) - Autoridades mexicanas detuvieron intempestivamente el jueves el avance de una nutrida caravana de migrantes centroamericanos cerca de la frontera con Guatemala, provocando un momentáneo caos que llevó a parte de la muchedumbre a huir para evitar ser capturada por agentes de seguridad.
El grupo de cientos de personas, que busca llegar a Estados Unidos, había cruzado desde Guatemala más temprano aprovechando el bajo nivel de las aguas del río Suchiate, ante la mirada vigilante de elementos de la Guardia Nacional mexicana, una policía militarizada de reciente creación.
Pero la tarde del jueves, los migrantes, entre los que viajan padres con sus hijos menores, fueron interceptados mientras transitaban por una carretera tras retomar su camino luego de descansar al mediodía en Frontera Hidalgo, a orillas del Suchiate.
Al ver la intervención de las fuerzas de seguridad que hasta el momento sólo los habían acompañado, algunos migrantes corrieron y escaparon adentrándose entre la vegetación circundante al camino.
Autoridades migratorias dijeron más tarde en un comunicado que las que huyeron son unas 200 personas, a las que buscan en la zona, y que 800 fueron detenidas y trasladadas en 20 autobuses a albergues migratorios, pero no detallaron cuáles ni en donde.
Añadieron que el operativo para detener a los migrantes se dio luego de que la caravana no aceptó escuchar opciones para regularizar su estancia en el país y exigió permisos para transitar libremente hasta la frontera con Estados Unidos.
México ha cedido a presiones del presidente de ese país, Donald Trump, y ha adoptado medidas más restrictivas para reducir la llegada de migrantes que tocan a la puerta de la frontera sur estadounidense.
La actual caravana representa la mayor oleada de personas que busca entrar a México huyendo de la pobreza y la violencia en casa desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador y algunos gobiernos centroamericanos acordaron con Trump contener los flujos de migrantes. ha amenazado con castigar económicamente a México y a las naciones centroamericanas si no frenan la salida de migrantes.
Un contingente de centroamericanos que cruzó a México a principios de esta semana fue recibido con gases lacrimógenos, una muestra del gobierno mexicano de que tendrá una respuesta más enérgica en contra de cruces masivos a diferencia de ocasiones anteriores.
Cientos de los recién llegados fueron deportados de inmediato. El gobierno de Honduras dijo la tarde del jueves que 1,764 hondureños que marchaban en la caravana fueron repatriados entre el 21 y 23 de enero desde México y Guatemala. (Información adicicional de Dave Graham, Lizbeth Díaz, Adriana Barrera y Diego Oré en Ciudad de México y Gustavo Palencia en Tegucigalpa; Editado por Sharay Angulo y Javier López de Lérida)