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Por Lizbeth Diaz y Raúl Cortés
CIUDAD DE MÉXICO, 24 ene (Reuters) - México negó el viernes que sus fuerzas de seguridad hubieran reprimido a miembros de la última caravana de migrantes que ingresó por la fuerza al país, ante crecientes críticas de organismos como la ONU y analistas que han calificado la estrategia como la construcción de un "muro" fronterizo.
En su intento por contener el paso masivo de personas, agentes mexicanos se enfrentaron el lunes y el jueves contra la nutrida caravana, conformada por hombres, mujeres y niños, provocando momentos de caos que obligaron a parte de los migrantes a huir para evitar ser capturados. Guardia Nacional (está) resistiendo, no (ha) utilizando la fuerza, nada más aguantando", dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador en su habitual conferencia matutina.
Sin embargo, Reuters testificó cómo el jueves los efectivos cercaron al grupo de migrantes, entre ellos mujeres cargando a niños en brazos, que tuvieron que salir corriendo ante el asedio de los uniformados. Hubo forcejeos y las fuerzas de seguridad lanzaron gas pimienta.
Las acciones de la GN, que desde el año pasado se sumó a los operativos de las autoridades migratorias, fueron cuestionadas por la ONU y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de México.
La ONU, a través de varias de sus agencias vinculadas con temas migratorios, expresó el viernes "preocupación por el impacto que el operativo de control migratorio" del jueves "tuvo en niñez y personas en vulnerabilidad".
"México tiene derecho de controlar la entrada de extranjeros siempre que no haya uso excesivo de fuerza", señaló, y exhortó "a preservar la unidad de las familias y asegurar la no devolución de quien enfrente riesgos de persecución y acceso a su procedimiento de asilo".
COMO UN "MURO"
Expertos en migración han cuestionado los operativos de seguridad implementados por México para contener a los migrantes indocumentados, que en su mayoría van a Estados Unidos.
Críticos del gobierno advierten que México prácticamente es quien está construyendo el tan anunciado muro fronterizo que Donald Trump prometió erigir desde el inicio de su campaña.
"Es un muro de escudos antidisturbios", dijo Duncan Wood, director del Instituto México del Centro Wilson en Washington. "No pensé que viviría para ver el día en que México haría este tipo de cosas".
La CNDH agregó que el jueves recibió quejas de migrantes que "tuvieron un enfrentamiento con elementos desplegados de la Guardia Nacional que trataron de contenerlos" y se sumó a la condena de los actos violentos.
En respuesta, López Obrador denunció que las caravanas siguen siendo organizadas por los mismos líderes que comenzaron con las movilizaciones en 2018, y que estos personajes desinforman a los migrantes.
El representante en México para la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Christopher Gascón, dijo a Reuters que las fuerzas policiales "se han establecido con más presencia en la frontera (...) para interceptar a personas", lo que ha llevado a quienes marchan a buscar alternativas "a la sombra".
"Se ponen en situaciones más riesgosas", a las que se suman "otros peligros como secuestro y toda la red de tráfico de personas", detalló Gascón, al revelar que no creía que "se iba a renovar esta forma de migrar".
A las críticas contra el accionar de la GN se ha sumado el aumento de las deportaciones de migrantes desde México a Centroamérica, que se cuentan por centenares en los últimos días.
(Reporte de Andrés Martínez, editado por Miguel Ángel Gutiérrez, Ana Isabel Martínez y Javier Leira)