MÉXICO DF, 25 feb (Reuters) - El presidente de México, Enrique Peña Nieto, pidió el miércoles a los gobernadores de todo el país asumir su responsabilidad en problemas como la violencia y no "nadar de muertito" (dejarse llevar por la corriente), esperando que sea el Gobierno federal el que resuelva los problemas.
Peña vive uno de los peores momentos desde que asumió hace dos años, principalmente desde que en septiembre 43 estudiantes fueron masacrados por sicarios de un grupo de la delincuencia organizada en complicidad con policías municipales de la sureña ciudad de Iguala.
Pese a que la ciudad y el estado de Guerrero, donde ésta se ubica, son gobernados por el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), el costo político de la tragedia cayó sobre el Gobierno central, que en ese momento aseguraba que la violencia de los cárteles del narcotráfico estaba bajando.
"No cabe nadar de muertito, evadir la responsabilidad y dejar que sea el Gobierno de la República el único que afrente su responsabilidad. Aquí es importante que trabajemos de manera coordinada", dijo el presidente al cerrar una reunión de gobernadores de los 31 estados y el Distrito Federal.
Además, el presidente se encuentra inmerso en un posible conflicto de interés luego de revelaciones acerca de que él, su esposa y su secretario de Hacienda compraron casas a contratistas del Gobierno.
Por otro lado, también enfrenta problemas en varios estados para implementar una reforma educativa considerada de las más emblemáticas de su Gobierno. En algunos estados como Oaxaca y Guerrero maestros sindicalizados cometen desmanes, toman casetas en carreteras e incendian vehículos protestando contra la reforma.
"Más allá de ver en razón de colores por origen partidario de los gobiernos, con quienes tenemos relación, lo que nos importa, lo que interesa al presidente de la República y a su Gobierno es generar condiciones de bienestar para la sociedad mexicana", añadió.
México es un estado federal donde cada gobernador tiene amplia autonomía. El gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) gobierna en 20 estados y el resto se reparte entre el PRD y el conservador Partido Acción Nacional (PAN), algunos de ellos con alianzas entre estos dos últimos. (Reporte de Lizbeth Díaz, editado por Anahí Rama.)