Este artículo se publicó en inglés el día 12 de abril de 2017
Inmediatamente después de que el presidente Trump anunciara el jueves por la noche que unos buques de guerra estadounidenses ubicados en el Mediterráneo habían disparado 59 misiles de crucero Tomahawk a una base aérea de Siria, los precios del petróleo subieron un 2%. A la hora de apertura del mercado a la mañana siguiente, sin embargo, los precios volvieron poco a poco a sus niveles anteriores, aunque se siguió observando cierta volatilidad durante todo el día.
La subida de precios que refleja la realidad de los acontecimientos geopolíticos, especialmente aquéllos de Oriente Próximo, sigue afectando al precio del petróleo incluso aunque los acontecimientos no tienen ninguna relación con los fundamentos del petróleo. Esto parece basarse en dos factores vinculados a la especulación:
-
La historia ha demostrado que los acontecimientos militares en Oriente Próximo han provocado la interrupción del suministro de petróleo (la guerra de Yom Kipur, la guerra entre Irán e Irak, la guerra del Golfo); y
-
Los acontecimientos inesperados o mal pronosticados provocan temores infundados en los mercados no relacionados con hechos reales.
En realidad, los ataques aéreos a Siria no han sido motivo de preocupación en el mercado del petróleo. Siria lleva sumida en conflictos internos más de cuatro años y eso no ha tenido ningún impacto en la demanda o el suministro de petróleo. Siria no es un país exportador de petróleo, ni su inestabilidad política y actividades militares han impactado a otros productores de petróleo. De hecho, la guerra civil de Siria está íntimamente vinculada a la guerra en la vecina Irak, pero ni siquiera esa lucha, en uno de los mayores productores de petróleo del mundo, ha causado interrupciones importantes del suministro en el mercado global.
La amenaza en cuanto a la oferta en general y a problemas de transporte provocados por los enfrentamientos en Oriente Próximo es mínima en esta etapa. Sólo una gran conflagración pondría en peligro el paso de los petroleros por los puntos clave como el Canal de Suez o el estrecho de Ormuz en el Golfo Pérsico. (Nota, el Canal de Suez ha permanecido casi ininterrumpidamente abierto durante dos golpes de estado seguidos al Gobierno de Egipto en esta década). El acceso al Canal de Suez está bien protegido por los aliados de Estados Unidos, Arabia Saudí y Egipto. Por otra parte, Estados Unidos mantiene fuerzas navales en el Golfo Pérsico como un fuerte disuasivo en el conflicto.
Es mucho más probable que las tensiones en el mar de China meridional interrumpan los envíos de petróleo y gas natural a Asia que el aumento de los largos y continuos conflictos de Oriente Próximo afecte al suministro de petróleo. La repentina subida de los futuros de petróleo que se produjo después del ataque de Estados Unidos a Siria es un eco de una época pasada del mercado del petróleo, no un indicador de futuras perturbaciones de la oferta.