Tras la fiebre de este año —impulsada por los temores de una recesión— de comprar acciones seguras generadoras de ingresos, no hay muchas oportunidades atractivas de alto rendimiento disponibles en este momento en el mercado. Pero hay un segmento que siempre está abierto si necesita obtener mayores rendimientos para aumentar sus ingresos de jubilación.
Las empresas que están en pleno cambio generalmente entran en esta categoría. Esta sección del mercado, sin duda, ofrece rendimientos atractivos, pero también conlleva más riesgos. En una típica situación de cambio, las empresas tratan de reducir sus grandes deudas, o lidian con una situación en la que los disruptores están poniendo en peligro su cuota de mercado.
Para inversores interesados en probar suerte en esta área del mercado, aquí están nuestras tres principales opciones a tener en cuenta:
1. Ford Motor Co .
Uno de los mayores fabricantes de automóviles de Estados Unidos —Ford Motor Company (NYSE:F)— se ha vuelto atractivo para los inversores en buscan de rentabilidad. Sus acciones, que cotizaban a 8,90 dólares al cierre de ayer, ofrecen ahora una rentabilidad por dividendo del 6,6%. Esta es una prima enorme cuando se compara con el rendimiento medio del S&P 500, de sólo un 1,9%.
Los últimos años han sido duros para Ford. Después de muchos años de aumento de las ventas, respaldadas por la sólida economía mundial y la demanda de los consumidores, el fabricante de automóviles se enfrenta ahora a poderosos vientos en contra: está llevando a cabo una reestructuración de 11.000 millones de dólares, después de que sus ingresos netos disminuyeran más de la mitad el año pasado al descender la demanda de sus vehículos sedán. El cambio de rumbo implicará la destrucción de miles de puestos de trabajo, el cierre de fábricas en el extranjero y el fortalecimiento de las capacidades para fabricar automóviles eléctricos y de conducción autónoma.
Mientras Ford emprende esta masiva reestructuración con el fin de mejorar la rentabilidad y prepararse para esta nueva era, es probable que sus acciones permanezcan sometidas a una gran presión. Las acciones han cotizado por debajo de 10 dólares desde mediados de julio ante las preocupaciones en torno a la sostenibilidad de su generoso dividendo trimestral de 0,15 dólares por acción.
Los analistas han creado un escenario potencial en el que la calificación crediticia de Ford podría ser pronto degradada y sus dividendos recortados, si el plan de cambio de la compañía no produce resultados. Si la economía estadounidense entrara en recesión o se enfrentara a una fuerte ralentización, la demanda de SUV, que consumen enormes cantidades de gasolina, descendería drásticamente. Pero para aquéllos que se atrevan a seguir invirtiendo en el fabricante de automóviles durante sus altibajos, Ford podría ser una apuesta muy lucrativa.
2. AT&T
El mayor operador de telecomunicaciones de Estados Unidos, AT&T Inc (NYSE:NYSE:T), es otra apuesta de elevada recompensa, aunque potencialmente de alto riesgo para los jubilados. Con una rentabilidad por dividendo anual del 5,5%, ofrece uno de los mejores rendimientos disponibles de entre las acciones de las principales empresas, con un largo historial de pago de dividendos. Las acciones han subido un 31% desde principios de este año, cerrando ayer en 37,41 dólares.
Pero con este retorno surge una importante incertidumbre en torno a esta icónica marca, ya que sus principales operaciones luchan por generar crecimiento, y la compañía acumula una enorme carga de deuda. El pésimo rendimiento de AT&T de estos últimos cinco años está siendo objeto de un mayor escrutinio ahora, lo que lleva a sus principales inversores a cuestionar abiertamente el plan del CEO, Randall Stephenson, de transformar la compañía en un gigante de los medios modernos mediante la adquisición de grandes empresas.
Si bien esta estrategia ha acaparado los titulares y hecho ricos a los banqueros de inversión, también ha ahogado a AT&T en una deuda de 186.000 millones de dólares, lo que la convierte en la empresa no-financiera más endeudada de la Tierra.
La semana pasada, Elliott Management Corp., un fondo de cobertura con una agenda activista y una participación de 3.200 millones de dólares en acciones de AT&T, criticó a Stephenson por sus adquisiciones de éxito, incluyendo su acuerdo de 85.000 millones de dólares para comprar activos de Time Warner (NYSE:TWX) el año pasado. En una carta dirigida a la junta, el fondo de cobertura sugirió algunas medidas correctivas para poner a la empresa camino de un crecimiento sostenible.
Eso incluye la venta de la unidad DirecTV, que produce pérdidas, y las operaciones inalámbricas de la compañía en México, facultar a la junta para hacer que el equipo de Stephenson sea más responsable y evitar más grandes fusiones y adquisiciones.
Para los inversores, la decisión en este punto es si AT&T transformará con éxito su negocio y será capaz de competir con los disruptores del sector del entretenimiento como Netflix Inc (NASDAQ:NASDAQ:NFLX), y si tal éxito le ahorraría su pago trimestral de 0,51 dólares por acción.
3. Exxon Mobil
Después de los coches y los teléfonos móviles, la energía es algo en lo que los inversores a largo plazo deben centrarse para obtener rendimientos estables y crecientes. Uno de los "supergrandes" de Estados Unidos, Exxon Mobil Corp (NYSE:XOM), ciertamente se ajusta a este criterio.
La compañía lo tiene todo a una escala impresionante, desde la perforación hasta el refinado en la región de petróleo de esquisto de Estados Unidos. Y aunque es poco probable que las acciones generen grandes beneficios para los inversores, sigue siendo una de las principales prioridades de los alcistas de las empresas energéticas a largo plazo. Las acciones, que han subido sólo un 1% desde principios de 2019, cerraron la sesión de ayer en 68,95 horas (CET).
El gigante multinacional de petróleo y gas está en plena inversión de miles de millones de dólares para mejorar su crecimiento, divergiendo de otros grandes productores que tratan de estabilizar sus acciones reduciendo importantes gastos.
El director ejecutivo de Exxon (NYSE:XOM), Darren Woods, cree que la industria petrolera necesita una inyección importante de nuevas inversiones para hacer frente a los nuevos desafíos a los que se enfrenta y se ha embarcado en un plan de 230.000 millones de dólares para revitalizar la compañía, recurriendo a oportunidades de perforación en todo el mundo.
XOM paga un dividendo trimestral de 0,87 dólares por acción, con un rendimiento de cerca de un 5%. Pero comprar acciones significa apostar a que el futuro de las grandes compañías petroleras es seguro y que Exxon seguirá produciendo suficiente efectivo para cubrir sus pagos.
En conclusión
Invertir en situaciones de cambio puede generar enormes retornos con el tiempo. Pero estas empresas ciertamente conllevan más riesgo, por lo que los inversores deben ser muy cuidadosos a la hora de decidir qué acciones de alto rendimiento seleccionar.