El martes, Tesla (NASDAQ:TSLA) celebró su reunión anual de accionistas en California. Los accionistas tuvieron la oportunidad de hacer preguntas a su director ejecutivo, Elon Musk, acerca de los problemas de la empresa y escuchar cuáles podrían ser las soluciones propuestas. Además, fue una oportunidad para que el nuevo presidente de Tesla, Robyn Denholm, hablara por primera vez. Además, hubo una votación sobre cuestiones de gobernanza.
Aquí tenemos los cuatro puntos a destacar de la reunión:
1. ¿Qué problema de demanda?
Uno de los principales problemas de Tesla estos últimos meses han sido las preguntas acerca de la demanda de sus automóviles. Actualmente, los informes de la SEC sobre Tesla nos revelan que la empresa ha fabricado unos 23.000 coches más de los que ha vendido, lo que indica que efectivamente podría haber un problema de demanda.
Después de años de esfuerzo y miles de millones invertidos en infraestructura, cualquier duda sobre el interés del mercado por los automóviles de Tesla va a ejercer irremediablemente una gran presión sobre las acciones. El martes, Musk mencionaba inequívocamente esas inquietudes:
"Quiero ser claro, no tenemos un problema de demanda. Rotundamente no".
Por supuesto, los inversores ya saben de sobra que lo que dice Musk no es necesariamente una verdad absoluta.
A pesar de que las acciones se recuperaron un 3% tras la reunión después del cierre del martes, las acciones cayeron un 3,6% durante la jornada de ayer pues persisten las preocupaciones en torno a Tesla.
Que exista o no realmente un problema de demanda aparecerá inevitablemente reflejado en las cifras de ventas trimestrales de la empresa, así que independientemente de lo que asegure Musk, saldrán más detalles a la luz en el informe de resultados que la compañía publicará a finales de julio.
Puesto que las acciones de Tesla tienden a ser volátiles, probablemente se observe una considerable volatilidad una vez se conozcan todos los datos.
2. ¿Es el turno del sector de la minería?
Según Musk, el aprovisionamiento de componentes como el níquel, el cobre y el litio, necesarios para la producción de baterías de ion-litio —esenciales para los vehículos eléctricos de Tesla— es ahora uno de los mayores problemas que obstaculizan la capacidad de la empresa de llevar la operación a otra escala. De hecho, Tesla comenzó a fabricar las baterías en su planta de Nevada en parte para ayudar a cumplir los objetivos de producción.
Pero las baterías de los vehículos eléctricos necesitan minerales, por lo que el siguiente paso lógico, al menos en opinión de Musk, es ampliar su negocio a la extracción de minerales. El martes, Musk afirmó que en cuanto esté en marcha la producción de baterías, "[Tesla] podría entrar en el negocio de la minería, no sé, tal vez un poco al menos”.
Tesla ya tiene una tradición de integración vertical: produce, entrega y repara todos sus vehículos. Los beneficios financieros de tal esfuerzo no están claros aún, pero encaja con la mentalidad corporativa de controlar toda la logística asociada a sus productos. Así, existe la extraña sensación de que Musk se está aferrando a esta misión porque pretende controlar otro eslabón más de la cadena de suministro de Tesla.
3. ¿Plazos fiables para las funciones de conducción autónoma?
A finales de abril, Tesla celebró su "Día del Inversor en Conducción Autónoma". En ese evento reveló algunas de sus ambiciones con respecto a los vehículos de conducción autónoma de Tesla, así como los robotaxis.
Según Musk, los propietarios de vehículos Tesla podrán disfrutar de la conducción autónoma con supervisión a finales de 2019. Esto significa que los coches se conducirán solos pero el conductor humano seguirá teniendo que prestar atención y “supervisar” la función. La conducción autónoma sin supervisión se pondrá en marcha "en algún momento del año que viene" —pendiente de aprobación regulatoria, por supuesto.
Durante la sesión de preguntas y respuestas del martes, a Musk se le preguntó también acerca de la función avanzada que permitiría “llamar” a un coche para que acuda a una ubicación, por ejemplo desde un aparcamiento a donde le esté esperando el conductor. En noviembre de 2018, Musk dijo que eso estaría disponible en seis semanas. El interlocutor preguntó a Musk sobre el incumplimiento de este plazo. Respuesta de Musk: "A veces soy un poco optimista con los plazos. Ya deberíais saberlo a estas alturas".
Musk también aclaró sus declaraciones anteriores sobre una flota de un millón de robotaxis Tesla para 2020. Ahora dice lo que quería decir era que si todos los propietarios de Tesla actualizaran sus ordenadores de a bordo, la empresa habría producido 1 millón de vehículos con funciones de conducción autónoma para entonces.
4. ¿Menos poder para el principal accionista de Tesla?
Entre las propuestas que se votan el martes, está la sugerencia de reducir el periodo de membresía a la junta directiva a dos años en lugar de tres, y permitir la aprobación de medidas corporativas con una mayoría simple, en lugar de la actual necesidad de una mayoría calificada (dos terceras partes de todas las acciones en circulación).
Ambos cambios fueron propuestos después del último roce de Musk con la SEC. Justo ahora, Musk posee cerca del 20% de las acciones en circulación de Tesla, lo que le da un derecho de cuasiveto en cualquier decisión.
Ambas propuestas fueron aprobadas por el 99% de los accionistas con derecho a voto, pero no alcanzaron la mayoría calificada necesaria, por lo que ambas fueron rechazadas oficialmente. No está claro si Musk participó en la votación, pero el resultado indica que los accionistas aún no han encontrado la forma de limitar el poder de voto de Musk, si sintieran la necesidad.
Conclusión
Musk ofreció una buena actuación en general y sus palabras fueron recibidas por la multitud con entusiasmo, a pesar de que las acciones han perdido un 37% de su valor en lo que va de año. Eso es típico de Tesla… y de Musk. Las palabras son a menudo muy alentadoras pero las cifras y los plazos no le hacen justicia a tanto bombo. Los inversores tendrán que esperar al informe del 2T de la empresa poder evaluar hacia dónde se dirige la empresa a continuación.