Tras innumerables explicaciones brindadas durante años por su hijo Gabriel, doña Rosa finalmente se decidió a comprar bitcoins en marzo de 2015.
Si bien nunca había logrado entender del todo cómo funcionaba el sistema, le sedujo el hecho de que, más allá del exponencial incremento del valor que venía experimentando la criptomoneda, ella podía ser “su propio banco”, su dinero iba a estar bien resguardado contra las arbitrariedades del Gobierno e iba a poder realizar transacciones velozmente y a un ínfimo coste.
Sin embargo, la convicción de doña Rosa se tambaleó recientemente debido a las divisiones y discusiones sin fin que estaban teniendo lugar en el mundo de bitcoin. Por este motivo, Gabriel, un “early adopter” con amplios conocimientos del tema, se vio obligado a brindarle a su madre más explicaciones. Pero no le fue para nada fácil hacerlo…
- – Pero me estás diciendo que este… ¿Cómo se llama ahora?
- – Core.
- – ¿Me estás diciendo que si uso Core tengo que pagar más por cada transacción?
- – Si.
- – ¡Son carísimas!
- – La verdad es que si.
- – ¿Por qué?
- – Ya te lo dije, mamá. Se niegan a liberar el tamaño del bloque.
- – ¿Por qué?
- – No sé. Dicen que 1 MB es suficiente.
- – Pero es mucho más caro y mucho más lento así.
- – Ya lo sé.
- – No entiendo. Pensé que una de las grandes ventajas del bitcoin era que permitía agilizar las transacciones y hacerlas más económicas. Al menos eso me habías explicado.
- – Esa es la idea.
- – ¿Es o era?
- – No sé. Hay diferentes opiniones sobre el asunto.
- – ¿Ahora encima me dices que va a haber otra división?
- – No, al final parece que no. Algunos creían que aumentando el tamaño del bloque solamente a dos megas, tal vez se hubiera podido llegar a un acuerdo. Es decir, ni tan pequeño como en Core ni tan grande como en Cash.
- – ¡Uf! Me tienen frita con todo esto. ¿Y los de un mega se oponían a eso también?
- – Sí.
- – ¿Por qué?
- – No sé… Ellos tienen sus razones.
- – Sí, ya lo creo… El Gobierno también tiene sus razones. Pero todo esto supuestamente era para protegernos de todas esas “razones”, ¿no?
- – Bueno, mamá, esta es la situación actual. Yo solo trato mostrarte todo el panorama para que puedas elegir.
- – Yo compré bitcoins porque me habías dicho que no dependían de ningún ente regulador centralizado.
- – Bueno, hoy tienes dos opciones.
- – ¿Cash es el rápido y de tarifas baratas?
- – Sí.
- – ¿Y el límite de emisión es el mismo?
- – Sí.
- – ¿Y es tan seguro como el otro?
- – Algunos consideran que es más seguro.
- – Pero es más barato que el otro…
- – Es muy nuevo, mamá.
- – ¿Y dices que va a alcanzar o superar el valor del otro?
- – No lo sé, mamá, no depende de mí, sino del mercado, es decir, de lo que decidan hacer los usuarios, los empresarios, los inversores, etc. Pero quédate tranquila: tienes la misma cantidad de bitcoins Core que de bitcoins Cash, porque compraste tus bitcoins antes de la bifurcación del 1 de agosto de este año.
- – ¿Hay alguna otra criptomoneda que obligue a pagar tarifas tan altas?
- – No.
- – ¿Y entonces qué ventaja tiene el bitcoin Core?
- – No sé… Es más conocido.
- – ¿Puedo comprar bitcoins Cash con mis bitcoins Core?
- – Teóricamente sí, pero para hacerlo primero tendrías que mover tus bitcoins Core, y en este momento eso no es posible por menos de 16 dólares… Perdón, ahora 21 dólares… mmm… 35 dólares… 62 dólares…