Los mercados financieros de todo el mundo han intentado últimamente determinar si China está al borde de un buen problema económico. Dado que uno de los mayores promotores inmobiliarios del país asiático, Evergrande, se enfrenta a una grave crisis de liquidez que podría llevarle a incumplir el pago de los intereses de algunos de sus bonos, el mercado del petróleo y las industrias petroleras deberían considerar cómo podrían afectarles esos problemas.
Se trata de una consideración clave para el segmento energético, ya que el sector inmobiliario representa aproximadamente una cuarta parte del PIB de China. Esto significa que los problemas financieros de Evergrande podrían repercutir en toda la economía china.
Al conocerse la noticia de Evergrande (HK:3333) a principios de la semana, el miedo sacudió los mercados de valores a escala mundial. Los valores inmobiliarios chinos que cotizan en la bolsa de Hong Kong sufrieron enormes caídas el lunes, y el índice Dow Jones de Industriales cayó 600 puntos.
A los mercados petroleros les preocupan también las posibles consecuencias, y los precios de los futuros también cayeron el lunes. El WTI descendió un 2,3% y el Brent un 1,9%.
No está claro si los problemas financieros de Evergrande se convertirán en lo que algunos predicen que será un "momento Lehman", es decir, el inicio de un gigantesco efecto dominó que podría conducir a otra gran recesión. Otros analistas creen que este problema quedará contenido como un simple "momento LTCM", en referencia al colapso del fondo de cobertura Long Term Capital Management en 1998, que asustó a los mercados, pero que al final sólo tuvo repercusiones limitadas.
Ambos sucesos obligaron al Gobierno estadounidense y a los intereses particulares a trabajar en rescates y en una limpieza de la normativa, pero se espera que tales acciones no sean un problema en la economía autoritaria de China, aunque Pekín ha estado inyectando liquidez a corto plazo en su mercado para ayudar a calmar las preocupaciones.
La mayoría de los analistas parece pensar que es poco probable que la situación de Evergrande repercuta en los mercados financieros mundiales en la medida en que lo hizo el colapso de Lehman Brothers. Sin embargo, eso no significa que la economía china no vaya a sufrir un impacto significativo. Si la economía china se contrae a causa de estas turbulencias, los mercados de materias primas —incluido el del petróleo— se verán afectados.
De hecho, podríamos ver pronto el impacto en el mercado mundial del petróleo, ya que China es el mayor importador de petróleo del mundo. La disminución del gasto en infraestructura del Gobierno chino ya está lastrando las importaciones de petróleo de China.
En agosto, China importó unos 10,5 millones de barriles al día de crudo. Aunque esta cifra es superior a la de julio, es inferior a la del mismo periodo del año pasado. De hecho, la media de las importaciones de petróleo crudo de China de los primeros ocho meses de 2021 ha bajado un 5,7% con respecto al mismo periodo de 2020.
Si el sector inmobiliario de China se contrae significativamente, los traders deberían esperar ver un crecimiento aún menor de la demanda de petróleo de China. Incluso podríamos ver un descenso de dicha demanda.
Es probable que el Gobierno chino intervenga para evitar un colapso de su mercado inmobiliario. Pekín ya está preparando un acuerdo para reestructurar Evergrande en tres entidades distintas.
Según un informe de Asia Markets, las empresas estatales respaldarán la reconfiguración, convirtiendo básicamente a Evergrande en una empresa estatal. Además, cabe esperar que los medios de comunicación chinos suavicen la noticia para disminuir el impacto de cualquier acontecimiento económico negativo.
Sin embargo, aunque el Gobierno chino salve los puestos de trabajo de los empleados de Evergrande y los apartamentos de sus inquilinos, es probable que el crecimiento inmobiliario de China adquiera un tinte de cautela tras este acontecimiento. Es posible que muchos de los titulares de acciones de Evergrande y de los inversores extranjeros se queden sin nada.
Esto repercutirá negativamente en la demanda de muchas materias primas, entre ellas el petróleo.