La Reserva Federal de los Estados Unidos no realizó modificaciones en los tipos de interés y mantuvo la tasa de referencia en el rango de 1,5% y 1,75%.
Después de recortar tres veces los intereses durante el año, la entidad dirigida por Jerome Powell optó por cortar con la tendencia bajista. La decisión de la Fed no estuvo en la línea de lo que solicitaba el presidente norteamericano, Donald Trump, quién quería que la institución establezca tasas negativas, como tienen los bancos centrales de la Unión Europea y Japón.
“El Comité juzga que la postura actual de la política monetaria es apropiada para apoyar la expansión sostenida de la actividad económica, las fuertes condiciones del mercado laboral y la inflación cerca del objetivo simétrico del 2 por ciento”, publicó esta tarde la Reserva Federal en un comunicado de prensa.
“Continuaremos monitoreando las implicaciones de la información entrante para el panorama económico, incluidos los desarrollos globales y las presiones inflacionarias apagadas, mientras evalúa la ruta apropiada del rango objetivo para la tasa de fondos federales”, continuó la publicación, justificando la decisión tomada por el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC en inglés), que se encarga de establecer la política monetaria de Estados Unidos.
A lo largo del 2019, Trump criticó en más de una ocasión al titular de la FED, Jerome Powell, por no bajar los intereses de forma considerable. Los constantes reclamos del mandatario tuvieron cierto impacto en la entidad, que recortó sus tasas tres veces durante el año. Sin embargo, todavía están lejos de los niveles que preferiría el presidente de los Estados Unidos.
Lo llamativo de la decisión, es que hace unas semanas, Trump y Powell tuvieron una reunión en la Casa Blanca que aparentaba haber terminado con las diferencias entre ambos.
Poco después de ese encuentro, Trump publicó en su cuenta de Twitter que había sido una reunión muy buena y cordial. “Se discutió de todo, incluyendo tasas de interés, interés negativo, baja inflación, alivio monetario, fortaleza del dólar y sus efectos sobre la manufactura, comercio con China, Unión Europea y otros”, expresó el mandatario en las redes sociales.
“En mi reunión con Jay Powell esta mañana, protesté por el hecho de que nuestra tasa es demasiado alta en relación con las tasas de interés de otros países competidores. De hecho, nuestras tarifas deberían ser más bajas que todas las demás. ¡Un dólar fuerte que perjudica a los fabricantes y al crecimiento!”, añadió el presidente en otro tweet.
A pesar de haber escuchado los reclamos, la Reserva Federal no cumplió con la solicitud del Jefe de Estado y luego aclaró que “la decisión de modificar los tipos de intereses solo dependerá de la información que se obtenga de la economía y basándose únicamente en un análisis cuidadoso, objetivo y no político”.