Las bolsas mundiales han caído estrepitosamente a medida que aumentan las preocupaciones en torno a la propagación del coronavirus y por el precio del petróleo que se ha desplomado más de un 30%, lo que la convierte en la mayor caída intradía en casi 30 años. Pero detrás de las ventas masivas hay algo que me llama la atención y debemos analizar.
En general cuando la volatilidad aumenta en los mercados a los niveles actuales, los comerciantes retiran liquidez de activos de riesgo, como las acciones, por ejemplo, y llevan su dinero a muelles considerados más seguros como los bonos o el oro. Cuando eso ocurre, los instrumentos de riesgo entran en descuento mientras que los activos más seguros suben de precio.
Si bien el incremento de la volatilidad es preocupante por sí solo, los cambios en las correlaciones son mucho más preocupantes, pues estos afectan la volatilidad de las carteras de inversión, lo que hace sumamente difícil mantener posiciones de cobertura. Esto que decir, en pocas palabras, que serán pocos los gestores de fondos que logren mantener un equilibrio en sus posiciones. Hay que destacar que estas caídas indiscriminadas no vienen acompañadas de fundamentos.
En el mundo de las inversiones es muy importante contar con una cartera correctamente diversificada. Sin embargo, es momento de aprender que no en todos los casos eso funciona, y este lamentablemente es el caso. Muchas de las personas que seguramente cuentan con carteras diversificadas, esperarían que algunos de sus activos sin riesgo, como los valores no participativos, le brinden cierta cobertura y esto no está pasando. La volatilidad se ha elevado lo suficiente como para que se genere mucha presión de venta, lo que seguirá cambiando las correlaciones y aumentará aún más la presión por vender.
Analizaré diferentes activos de diversos sectores para que puedan tener una visión más completa de lo que sucede en los mercados:
Si hay algo que destacar aquí no es de por sí la caída obvia del índice industrial americano. También lo es la caída aun mayor y el cambio de correlación existente entre el índice Dow Jones Industrial y el Índice Dow Jones Transportation, lo que demuestra no solamente que el precio de las acciones de dichas industrias está cayendo, sino también las de las empresas que transportan la producción industrial americana; y esto se puede deber a dos cosas: la primera es que simplemente el pánico ha llevado a vender acciones de todo tipo y sectores; y la segunda es que el sector transporte ha descendido su utilidad, o incluso ambas, es simplemente un tema de análisis más detallado del sector.
Mientras tanto el futuro del S&P 500 en el largo plazo continúa en una tendencia alcista, desarrollando un gran retroceso que técnicamente puede soportarse con fuerza en el nivel de 2.700$, de perder el nivel de los 2500$ el tema pudiera ser más complicado, pues perderíamos un punto de control importante desde el punto de vista técnico que pudiera desencadenar la culminación de la tendencia alcista del índice americano.
El futuro del Nasdaq 100, por su fuerte correlación, con el del S&P 500 presenta la misma situación, técnicamente está en una tendencia alcista en periodo de corrección y su nivel de soporte clave son los 7800$, de producirse una ruptura de los niveles de 6000$ podríamos tener un cambio de tendencia acompañado de alta volatilidad.
El futuro del oro continúa en ascenso. Sin embargo, no con la fuerza que debería, y en parte se debe a la inmensa volatilidad del mercado, la zona de los 1380$ nos estaría avisando de que la calma está regresando a los mercados de riesgo. Algo que veo lejos en el corto plazo.
El miedo a la desaceleración económica y la esperanza de que el banco central intervenga han impulsado a la baja la curva de rendimiento, al día de hoy la deuda estadounidense es considerada como libre de riesgo en comparación con otras inversiones, esto tiende a profundizar la curva de rendimientos, que normalmente es usado como predictor de recesiones en EE.UU. ya que los rendimientos de 6 meses llegan a 0.30% el de 12 meses a 0.31% y el de dos años a 0.29% y el de cinco años a 0.37%, mientras que el indicador de rendimiento por excelencia de este tipo es el Bono a 10 años se ubica en 0.51%, su menor nivel en la historia moderna.
Es importante destacar que, este lunes, la Bolsa de Nueva York ha tenido que recurrir al “botón antipánico”, algo que no hacia desde el fatídico 1º de diciembre del 2008. Las operaciones se han detenido durante 15 minutos después de que los principales índices que cotizan en esa plaza bursátil se desplomaran un 7% en la apertura, pero esto no quiere decir que el mercado no pueda seguir bajando y hacer mínimos cada vez más bajos; y se trata de un mecanismo que tiene la bolsa para evitar que el mercado entre en situación de pánico incontrolable que provoque más pérdidas. Yo, en lo personal, me mantengo fuera de los mercados, el escenario no es nada alentador en ningún mercado y los que nos dedicamos a especular tenemos la mayoría de probabilidades en nuestra contra.
La situación parece ser más complicada aún en los mercados asiáticos. Tomaré como referencia el Nikkei, que es el índice más popular del mercado japonés, y cotiza en la bolsa de Tokio y el cual técnicamente ha tenido una ruptura de la tendencia alcista que lleva desde el 2013 y, que en el corto plazo, no muestra signos de recuperación, es algo previsible pues Asia es la más perjudicada en este tema del coronavirus.
De la misma manera, el DAX que es el índice de acciones blue chips de Alemania que cotizan en la Bolsa de Fráncfort, sigue en picada y es destacable que también técnicamente rompió la línea de tendencia alcista que viene desde el 2009, por lo que estructuralmente todos los mercados están en una situación bastante compleja.
Ya llegará la calma a los mercados y es ahí donde debemos contar con los recursos suficientes para aprovechar las oportunidades, de nada nos sirve exponernos al mercado e ir agotando recursos que, cuando pase la tormenta, necesitaremos.
Saludos