Las acciones estadounidenses caían el viernes tras el rebote de la víspera, en una jornada en que los inversores se enfrentaban a nuevas tensiones comerciales, la agitación política en Italia y una inesperada contracción de la economía británica.
Las acciones de los fabricantes de chips y otras firmas tecnológicas sensibles a los aranceles recibían presión tras un reporte que indicó que Washington está aplazando una decisión sobre si vuelve a permitir algunas relaciones comerciales entre firmas estadounidenses y el gigante chino de las telecomunicaciones Huawei.
En Europa, el líder de uno de los partidos gobernantes de Italia pidió la convocatoria de elecciones anticipadas y la economía británica se contrajo por vez primera desde 2012, aumentando la preocupación mientras Reino Unido se acerca a la salida de la Unión Europea en octubre.
La búsqueda de activos seguros por parte de los inversores ayudaba a sectores defensivos como los servicios públicos y las inmobiliarias, que tuvieron un desempeño mejor al de otros sectores del S&P esta semana.
Técnicamente, el S&P 500 acaba de fallar en la ruptura de la resistencia de los 3.000 puntos, gatillando fuertes órdenes de venta en el índice representativo de Wall Street, lo que podría presionar a las acciones de EEUU en busca de los mínimos de mayo en torno a la zona de los 2.700 puntos.
Una ruptura del soporte de los 2.700 puntos debería gatillar una mayor presión bajista y llevar a las acciones de EEUU hacia los mínimos de 2018 en torno a la zona de los 2.500 puntos, lo que representa un ajuste potencial de un 14%.