Este próximo jueves 14 de noviembre, Banco de México anuncia su decisión de política monetaria. La expectativa (promedio) es que recorte la tasa de fondeo en por lo menos 25 puntos base (pb).
Este sería el tercer recorte consecutivo en la tasa de interés por parte de Banxico. En su última reunión, la decisión al interior de la Junta de Gobierno fue dividida, con dos funcionarios (de cinco) apoyando la idea de una baja en medio punto porcentual.
Son cuatro las razones que podrían justificar una reducción en el costo del crédito:
1. Los precios al consumidor de octubre se mantuvieron por quinto mes consecutivo dentro de la meta del Banco de México, y muy probablemente finalice el 2019 por debajo del 3.0% en su tasa anual.
2. La Reserva Federal estadounidense bajó su tasa de interés en su última reunión
del pasado octubre.
3. La pérdida de dinamismo económico de México se ha intensificado de cara al último trimestre del año, por lo que una menor tasa de interés podría contribuir a generar un ambiente más propicio para los negocios.
4. El peso mexicano ha logrado sortear de forma satisfactoria algunos de los episodios de volatilidad y se mantiene fuerte, en promedio alrededor de $19.15 spot en el último mes.
Aunque en CIBanco consideramos que existe margen para que lo haga por 50 pb, los riesgos latentes de mediano plazo, tanto internos (baja en la calificación de la deuda soberana y Pemex; dificultad para mantener finanzas públicas sanas y; retraso en la ratificación del T-MEC) como externos (intensificación de los conflictos comerciales globales; mayor debilidad económica en EUA, acción de política monetaria de la Reserva Federal de EUA, Brexit), presionan a la autoridad mexicana a evaluar con cuidado las señales que se envían a los mercados financieros con cada una de sus acciones.
Incluso, dado que el banco central estadounidense comentó que le gustaría hacer una pausa en su estrategia de recortes, Banxico podría aprovechar esa coyuntura para bajar en 50 pb porque dejaría de contar con quizá la principal razón que le permite que pueda bajar su tasa de referencia.
La otra posibilidad, es que en el encuentro de este jueves, recorte en 25 puntos base y en su reunión de diciembre haga lo propio.
Independientemente de la magnitud del recorte, consideramos que su impacto en el mercado cambiario mexicano será limitado. En este sentido, si cumple con la expectativa del mercado, que es una baja de 25pbs, el peso podría presionarse entre 10-15 centavos, pero de forma temporal. Ahora bien, si la autoridad monetaria sorprende y se anima por un recorte de 50pbs, si podría presentarse una reacción más fuerte en el mercado cambiario mexicano, quizá entre 15-20 centavos de depreciación, pero de igual forma el impacto podría durar pocos días.
Al final, el movimiento del peso mexicano dependerá en mayor medida a los trabajos sobre la negociación comercial entre EUA y China, las noticias sobre un probable proceso de ratificación del T-MEC en los próximos días, así como la especulación sobre los futuros pasos de la FED.
Así, es probable que para los próximos días el peso mexicano se mantenga cotizando en el rango acotado de las últimas tres semanas.
Lo mismo aplica para la actividad económica, donde la política monetaria (bajas en la tasa de interés de corto plazo) opera con rezagos largos y variables, por lo que difícilmente se puede hablar de impactos significativos y de muy corto plazo en la mejora del crecimiento de la economía.
Por último, es bueno remarcar que en estos momentos los mercados financieros tienen una percepción optimista sobre los temas de riesgo mencionados, lo que explica el positivo comportamiento reciente del la Bolsa Mexicana como la del peso mexicano (que actualmente cotiza cerca de $19.10 por dólar spot). Sin embargo, es importante hacer ver, que estos temas de riesgo son muy complejos y su percepción frente a los inversionistas puede rápidamente revertirse a negativa en semanas o meses.
Así, consideramos que Banco de México no asumirá una postura más agresiva en cuanto a sus tasas de interés, ya que cuando la percepción del mercado se vuelva negativa, un menor premio pagado con respecto a otros activos financieros internacionales podría provocar una salida no deseada de capitales extranjeros de cartera, y generar presión a la moneda mexicana y a la inflación del país.
Aunque la inflación ha registrado una trayectoria sorpresivamente a la baja, ésta no está sólida hacia adelante. Lo anterior debido a que la disminución se explica en gran medida por el favorable comportamiento de los precios de productos agropecuarios y energéticos, cotizaciones ajenas a la demanda del país o al control del gobierno, por lo que pueden revertirse el próximo año.