El trato que el presidente Joe Biden y los republicanos del Congreso llegaron el sábado para incrementar el límite de endeudamiento contiene elementos que ambas partes alegan como triunfos. Ninguna de las partes logró hacer realidad sus metas más ambiciosas. El proyecto de ley de consenso no incluye los incrementos fiscales para los ricos propuestos por Biden en su plan presupuestario, ni los recortes de gasto sustanciales que los republicanos habían planteado en su propio proyecto de ley, el cual fue aprobado por la Cámara de Representantes el mes pasado.
En lugar de ello, el proyecto de ley aplaza el límite de endeudamiento hasta enero de 2025, al mismo tiempo que establece un tope al gasto e introduce nuevos requisitos laborales para los receptores de ciertos programas de beneficios sociales, tal como lo habían solicitado los republicanos.
Oficiales de la Casa Blanca estiman que el proyecto de ley recortaría el gasto en $1 billón, en contraste con los $4.8 billones en reducciones de gasto a lo largo de 10 años que los republicanos habían propuesto.
Los legisladores buscan aprobar el proyecto de ley y promulgarlo antes de que el gobierno se quede sin fondos para cubrir sus obligaciones financieras, una situación que podría ocurrir tan pronto como el lunes, según las estimaciones del Departamento del Tesoro.
El proyecto permitirá que el gobierno siga endeudándose, evitando así la posibilidad de un impago de su deuda o de incumplimientos en pagos como las prestaciones del Seguro Social y los salarios de los empleados del gobierno. Los economistas han advertido que las repercusiones financieras de un impago gubernamental podrían ser devastadoras, con el riesgo de una recesión y la pérdida de millones de empleos.
La aprobación del proyecto de ley no está garantizada. Se enfrenta a la resistencia de legisladores conservadores que han criticado al presidente de la Cámara, Kevin McCarthy, por no lograr suficientes concesiones de Biden.
«Ni un solo republicano debería votar a favor de este acuerdo», declaró Chip Roy, congresista de Texas y miembro del ultraconservador Freedom Caucus, en una rueda de prensa el martes.